Por razones geológicas que no son del caso analizar aquí, las tierras fértiles del área Interandina carecen de este importante componente nutritivo. La sal yodada, por ende, es la única vía segura para que la población de escasos recursos económicos de esa región disponga de yodo en cantidades suficientes.

Hasta ahora, la prohibición de importar sal no se cumplía de manera estricta, pero el volumen comprado al exterior era reducido y su comercialización se dirigía a sectores de clases media y alta, que pueden obtener por otras vías el yodo que requieren.

Existen por consiguiente solo dos alternativas: o se reimplanta la prohibición de importar sal o se obliga a que la sal importada contenga yodo, y se establecen severos controles para vigilar que tal disposición se cumpla.

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Cualquiera que fuese la decisión final, esta no debería demorar. Los expertos no pueden prever en cuánto tiempo se observarán los efectos de la carencia de yodo, pero explican que aun el niño que está por nacer necesita de este elemento químico fundamental.