El alto grado de contaminación que dejó la compañía Chevron Texaco, en uno de los bloques petroleros de la provincia de Orellana, es una de las conclusiones que arroja el resultado de los exámenes periciales de las muestras del pozo Sacha 53, tomadas durante la inspección judicial del pasado 1 de septiembre.

Los exámenes, realizados por el perito Édison Camino, fueron presentados ayer por los abogados de las comunidades de Orellana y Sucumbíos, quienes interpusieron un juicio contra la petrolera por daños ambientales.

Las inspecciones judiciales, que se efectúan como parte del proceso, se iniciaron el pasado 18 de agosto y hasta la fecha se han realizado 13 de un total de 122 inspecciones. El pozo 53 del campo Sacha se encuentra a 38 kilómetros al sur del Coca, capital de la provincia de Orellana.

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Según los términos del examen practicado en las muestras de agua y suelo, Fausto Peñafiel, miembro del equipo técnico de la parte acusadora, dijo que el nivel de contaminación de la piscina 1 del pozo Sacha 53, que Texaco aseguró haber remediado, sobrepasó entre dos y mil veces  la norma ambiental.

Los elementos tóxicos encontrados son: cromo (exceso en seis veces), bario (dos veces) y TPH (1.005 veces).

La parte acusada minimizó el informe de los demandantes, puesto que –según afirmaron mediante un comunicado– el resultado “se basa en un viciado proceso de muestreo y análisis que conduce a interpretaciones científicas erróneas y tendenciosas”.

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Los voceros de Texaco acusaron a los demandantes de violar las disposiciones de la Corte al revelar los resultados del examen aplicado en el pozo Sacha 53, lo cual es además un análisis que no se ajusta a los procedimientos científicos elementales.