La muestra   se titula ‘Manuel Velasteguí, expresión, volumen y armonía’. Estará abierta de martes a sábado de 09h00 a 17h00.

Al escultor Manuel Velasteguí Moreno no le gusta usar guantes para trabajar. Prefiere sentir el mármol para darle forma a sus figuras.

El cincel y la gradina son sus principales herramientas, que lo han acompañado a lo largo de sus 35 años de carrera.

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Ha creado más de  1.000 esculturas de madera, mármol y metal. De este grupo, setenta expondrá –desde hoy hasta el 31 de diciembre– en el Museo Municipal de Guayaquil. Metódico en todo lo que hace, Velasteguí, de 58 años, se encontraba ayer en la sala polivalente del centro cultural arreglando cada detalle de su muestra escultórica que representa un trabajo de cinco años.

Allí yacen desde las figuras más pequeñas que miden 25 centímetros de alto, como El triunfo. Esta es una de sus preferidas porque expresa sus logros, sus exposiciones –dentro y fuera del país– y sus ganas de aprender cada día más. Hasta las más grandes de 2,50 metros como La pareja, dos siluetas contorneadas elaboradas con hojas transportadoras de industria.

Velasteguí empezó a moldear figuras desde pequeño. Recuerda que tenía 13 años cuando hizo la primera: un ‘canillita’ de barro. Su entorno representó su fuente de inspiración. El barrio Garay donde vivía estaba rodeado de vendedores ambulantes.

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Y del barro pasó al mármol. Empezó a crear otras figuras como parejas o siluetas estilizadas de mujeres. Pero el primer trabajo profesional que hizo fueron unas mesas talladas para el ex presidente  Gustavo Noboa Bejarano, quien ayudó al artista a montar su primera exposición cuando tenía 23 años.

Velasteguí se considera un hombre romántico. No puede trabajar sin música. Escucha a sus artistas preferidos: Dyango, Roberto Carlos o José José. O también hace del bolero su fuente de inspiración para darle forma a sus esculturas de parejas abrazadas.

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Los lugares que el artista a menudo recorre para comprar materia prima son los talleres mecánicos. El árbol de la esperanza es una obra hecha con discos de embrague.

Velasteguí no solo le esculpe al amor, a la vida, también a través de sus esculturas reclama. Esta vez lo hace al gobierno actual. Tiene una colección de esculturas de metal denominada Nudos. “Es la realidad que vive el hombre más representativo del país hasta el ciudadano común”, dice.

Toro enredado, una obra que lleva sobre el lomo nudos elaborados con piezas de tractor. Es un animal que entra embalado al ruedo y luego se enreda. Es una escultura dedicada al régimen del primer mandatario, Lucio Gutiérrez, pues “este presidente nos tiene hecho nudos”.