Fuerzas de paz de las Naciones Unidas vigilaban este jueves la capital de Haití, un día después de que un brote de violencia empañara la visita del secretario de Estado norteamericano Colin Powell. Al menos 11 personas murieron y decenas quedaron heridas. 
 
Las fuerzas de paz vigilaban la penitenciaría nacional donde siete internos fueron asesinados el miércoles por la noche, apenas horas después de que Powell concluyera una visita de un día a los gobernantes interinos de Haití. 
 
Armados con cuchillos y piedras, los internos intentaron destruir partes de la cárcel y ponerse en libertad mientras pistoleros le disparaban al penal desde el exterior, dijo Fritzner Pierre, director del sistema penitenciario del país. 
 
Pierre dijo que creía que la violencia ocurrió como reacción a información filtrada de que los directivos de la prisión planeaban transferir a algunos internos. Indicó que a los presos asesinados los mataron otros internos, por haberse negado a apoyarlos con su plan. Hasta el momento se desconoce su identidad. 
 
Muchos prisioneros son miembros del gobierno del derrocado presidente President Jean Bertrand Aristide o partidarios suyos. 
 
El alzamiento ocurrió después de otros actos de violencia, donde al menos cuatro personas murieron y decenas quedaron heridas. La mayor parte de los tiroteos se produjo dentro del barrio pobre de Bel Air, un bastión de partidarios de Aristide ubicado a unas cuadras de donde Powell conversaba con el presidente interino Boniface Alexandre y el primer ministro Gerard Latortue. 
 
Los soldados de la ONU estaban en alerta por si se producen más actos de violencia, dijo Damián Onses Cardona, portavoz de las fuerzas de paz, que ahora cuentan con más de 6.000 integrantes. 
 
Tienen que enfrentar con la fuerza a esos individuos armados como los que estaban disparando esta mañana, dijo Powell el miércoles por la noche después de reunirse en el Palacio Nacional con los gobernantes haitianos. 
 
Haití se ha visto asediado por la violencia y las disputas políticas al acercarse el primer aniversario del derrocamiento de Aristide, ocurrido en febrero. El gobierno interino respaldado por Estados Unidos ha prometido celebrar elecciones a fines del año próximo, una meta que Powell consideró que el país puede cumplir apoyándose en ayuda extranjera. 
 
La situación de seguridad empeora cada día, dijo Balthazard Yvonne, de 45 años, cuyo hijo de 18 recibió un balazo el miércoles y estaba siendo operado en el Hospital General de Puerto Príncipe.