El presidente de México, Vicente Fox, mostró el jueves un tono más conciliador y confió en que una batalla que libra con el Congreso por el presupuesto fiscal para el 2005 se arregle políticamente.
 
El gobierno de Fox mantiene una seria diferencia con el Congreso, dominado por la oposición, e incluso amenazó con vetar el proyecto ya aprobado por los legisladores, algo que no se ha visto en México desde la década de 1930, debido a las modificaciones efectuadas al proyecto original.
 
Pero el jueves, el mandatario moderó su discurso durante una visita a la ciudad industrial de Monterrey, en el norte del país.
 
"El día primero de enero habrá un presupuesto funcionando en el país. Espero que dirimamos estas diferencias en términos políticos y en términos de la relación del Ejecutivo con el Legislativo", dijo Fox.
 
"Para tranquilidad de todos, habremos de ser responsables en el diferendo que tenemos en materia de presupuesto y las puertas del gobierno federal, del Ejecutivo Federal están totalmente abiertas para encontrar acuerdos en esta materia", agregó.
 
Fox alega que los legisladores han aprobado modificaciones al presupuesto que implican "graves contradicciones" y "serias inconsistencias" en el plan de gastos para el próximo año.
 
El mandatario devolvió esta semana a los legisladores el plan junto con una serie de observaciones en un intento por solucionar las diferencias, las más profundas entre ambos poderes en siete décadas.
 
La oposición ha dicho que no planea hacer ninguna nueva modificación al presupuesto ya aprobado, que considera como el mejor.
 
A pesar del tono conciliatorio, Fox recordó que mantiene abierto el camino de la Suprema Corte para resolver la disputa presupuestal.
 
"Nuestra Constitución da oportunidad de llamar a un arbitraje, en este caso al Poder Judicial, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que establezca principios básicos que aseguren el equilibrio de Poderes entre Legislativo y Ejecutivo", señaló.
 
El Congreso tiene hasta el 31 de diciembre para aprobar el presupuesto del 2005.
 
Durante sus primeros cuatro años de gobierno, que cumplió el miércoles y que culmina a fines del 2006, Fox no ha conseguido que el Congreso le apruebe reformas en las áreas fiscal y energética, consideradas claves para ayudar a una reactivación de la economía.