Empresarios y negociadores coincidieron ayer en la necesidad de mayor tiempo para lograr acuerdos.

Quienes participan en Tucson (EE.UU.) en la sexta ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) coinciden en que será necesaria una octava ronda de diálogos para definir los temas más importantes para el Tratado que buscan Colombia, Ecuador, Perú y Estados Unidos.

La expectativa se centra en que una ronda previa a la final de Washington (en febrero del 2005) se daría en una ciudad de Colombia, en enero.

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Ayer, durante la VI Ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre EE.UU. y Ecuador, Colombia y Perú, la necesidad de organizar una cita adicional a las siete programadas inicialmente tomó mayor fuerza y halló consenso no solo entre los empresarios, sino también entre los negociadores de cada Gobierno.

Una octava cita serviría, coincidieron, para analizar los temas más sensibles de la negociación: propiedad intelectual y agricultura.

“Creemos que va a ser necesaria una nueva ronda”, dijo ayer el senador colombiano Gabriel Zapata, en el Centro de Convenciones de Tucson (EE.UU.), sede de la VI Ronda. El secretario ejecutivo del Consejo Empresarial de Negociaciones Internacionales del Perú, César Peñaranda, recordó incluso que “cuando inició el proceso se habló de ocho y no de siete rondas”.

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El negociador ecuatoriano, Cristian Espinosa, confirmó que la posibilidad de una nueva cita está en la agenda que se analizará esta semana. “De ser necesaria una nueva ronda, le tocaría a Colombia. ¿Dónde se lo hace? Eso es potestad del gobierno colombiano. Eso vamos a tratarlo”, indicó.

Roberto Aspiazu, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), informó  que “seguramente para los contenidos más delicados de la negociación se va a requerir una octava ronda, lo que significaría que en enero iríamos a Medellín para cerrar en Washington en febrero”.

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Patricio Carrasco, coordinador del sector agropecuario ecuatoriano, ratificó la versión de Aspiazu: “Va a ser necesaria otra ronda”.

La importancia de un plazo adicional para la negociación de los temas más sensibles se justifica en dos hechos: allí no hay avances reales y el tiempo para su análisis es corto. Si se suman los seis días que tomará la Ronda de Tucson más una cantidad de días similar durante la Ronda de Washington, la última prevista, habría apenas doce días para definir el contenido del acuerdo.

Además, el debate de los temas sensibles no forma parte de la agenda diaria de la reunión de Tucson. Propiedad intelectual se tratará durante cuatro días y agricultura, en dos. Bennett Harman, negociador de EE.UU. (segundo después de Regina Vargo), expresó que el tema lo discutirán los jefes negociadores.

PROTESTA

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CONTRA LIBRE COMERCIO
Alrededor de 100 manifestantes, la mayoría estadounidenses, llegaron al Centro de Convenciones de Tucson para protestar contra el libre comercio y la política externa del presidente de los EE.UU., George W. Bush.

Dos de ellos fueron en bicicleta; la Policía les pidió que abandonaran el lugar, pero los manifestantes respondieron: “Somos ciudadanos americanos y podemos estar aquí”.

EFECTO
Los gritos del grupo de ciudadanos apenas se escuchaban; llevaban una pancarta con la frase: “Libre comercio para los ricos, esclavitud para los trabajadores”.

MEDIOS
Los negociadores acudieron ayer a varios medios de comunicación locales. El tema no genera interés.