Mi pesadilla con cierta empresa de telefonía móvil es el pésimo servicio que da a los clientes y no hay quién se  responsabilice.

El 8 de noviembre, a las 19h00, ingresé a la página web de una telefónica para comprar vía internet, una tarjeta prepago.

La transacción tuvo un error y se me indicó en pantalla: “Existe un problema al acreditar el valor de $ 10 a tu número celular.

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Un ejecutivo de Servicio al Cliente se contactará contigo. Tu número de transacción es.... Este número es el respaldo de tu transacción, favor consérvalo...”.

En vista de lo ocurrido, revisé mi cuenta corriente de donde se debía debitar el valor de la compra; y ya se había debitado esa misma noche, pese a que yo no  pude obtener los $ 10 de tiempo aire que era mi intención comprar.

Ningún ejecutivo de Servicio al Cliente me llamó; lo hice yo: un lunes me dijeron que en unas horas arreglarían el problema, y nada; el martes, otro ejecutivo tomó mis datos y dijo que no era el único caso, que el inconveniente se debía a una actualización de sus sistemas pero que entre martes y miércoles se resolvería; llegó jueves y nada.

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Volví a llamar, otra persona me indicó que el problema no se resolvía por teléfono y que debía acercarme a las oficinas. ¿Será que no capacitan bien a las personas de Servicio al Cliente que cada uno tiene su  versión?

Ciertas compañías de telefonía celular gastan dinero promocionándose cuando lo que tienen es una porquería de servicio, y al cliente lo hacen perder la paciencia.

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Me dirigí a las oficinas en un centro comercial del norte, me tomaron mis datos y dijeron que iban a reportarlo a los superiores y que si no era el mismo día viernes,  se solucionaba en tres días laborables. El 13 de noviembre recibí una llamada solicitándome el número de mi cuenta corriente de donde se había debitado el valor, porque debían corroborar ese dato con el banco, e indicaron que era un trámite que se iba a Quito, y que el 17 de noviembre se solucionaría.

Llegó ese sábado 20, me acerqué nuevamente a las oficinas, me atendió otro señor luego de una hora de esperarlo, y me manifestó que no podía hacer nada porque el trámite consistía en que la persona que me atendió la primera vez era la que debía pedir autorización para ingresar en el sistema los $ 10 que me han robado.

¿A quién creo? Uno me dice que ya no depende del otro, y nadie responde por mi caso, nadie me da solución.

El Servicio al Cliente que dan es una farsa, la peor que puede existir entre las telefónicas que hay.

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Vicente Moya M.
Guayaquil