La contratación de seguridad privada por parte de la Municipalidad, para puntos estratégicos de la ciudad como puentes y pasos a desnivel, debe ser analizada en su marco legal porque hay el riesgo de que se formen grupos paramilitares, expresó el ministro de Gobierno, Jaime Damerval.

Hay diferentes criterios entre autoridades en torno al marco legal en que actuarán los policías privados que vigilarán 40 sitios considerados peligrosos en la ciudad.

Esto consta en el acuerdo suscrito entre la Municipalidad, Cámaras y Policía Nacional, para devolver a las calles el servicio Más Seguridad.

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El alcalde Jaime Nebot explicó que esa vigilancia será similar a la de guardias que sirven ya en zonas regeneradas. “Si afrontan un delito flagrante pueden actuar y deberán poner a quienes cometen el delito siempre a disposición de la Policía”, explicó.

Pero el ministro de Gobierno, Jaime Damerval, dijo que esos grupos deben estar a órdenes del Comandante de Policía, y no del Municipio. “Lo contrario sería admitir que haya un solo hombre, en este caso el alcalde de Guayaquil, disponiendo de batallones de Policía, y eso es intolerable y prohibido”, explicó.

Salieron a patrullar la ciudad las 40 camionetas del plan Más Seguridad que el Municipio de Guayaquil retiró la semana pasada, cumpliéndose así esa parte del acuerdo al que llegaron el lunes la Municipalidad, las Cámaras de la Producción, Junta Cívica y la Policía.

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Bolívar Cisneros, jefe del IV Distrito de Policía, dijo que  las 40 camionetas fueron distribuidas a las Unidades de Vigilancia Centro, Norte y Sur de la siguiente manera: 17, 11 y 12, respectivamente, donde patrullan la ciudad un policía, un metropolitano y un chofer.

Sobre los 40 vehículos que ofreció la Policía como parte del acuerdo, Cisneros sostuvo que varios patrulleros que estaban en mantenimiento (10) más otros que cumplían diferentes funciones serán asignados para el plan municipal antidelictivo.
Con relación a los 600 efectivos policiales que también son parte del acuerdo, Cisneros indicó que para marzo del 2005 habrá una graduación masiva de gendarmes y en abril los policías estarán en servicio de la ciudad.

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“Vamos a analizar el plan en macro con gente del Municipio y vamos a ver qué sectores de la ciudad han registrado una baja en los índices delictivos y las zonas en las que se han incrementado, no para descuidar la seguridad, sino para reforzar las partes más conflictivas”, señaló el oficial Luis Cadena, jefe del Comando Provincial de Policía del Guayas, sostuvo que la Policía no ha perdido su autonomía sobre la seguridad de Guayaquil en el que participan de manera activa la Municipalidad y las Cámaras de la Producción. “Tendría que cambiarse la Constitución para que la Policía pierda su autonomía”, indicó.

En tanto, el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, reiteró que la Policía,  con los 40 vehículos y su personal armado que pone para el patrullaje, está cumpliendo con su contraparte con el plan Más Seguridad.

Sin esa contraparte, era el Municipio quien en realidad ejercía el control de la seguridad en la ciudad y eso no es justo ni suficiente, dijo Nebot, en entrevista a  Radio City.

Como otro punto del acuerdo, Nebot anunció que desde el viernes próximo empresas de seguridad privada, contratadas por el Municipio, prestarán sus servicios de vigilancia en puntos estratégicos como puentes y pasos a desnivel.

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Nebot explicó que el marco de seguridad para los guardias privados será el mismo que rige actualmente para las compañías de seguridad, autorizadas por el Estado y la Policía, que prestan sus servicios en bancos, en el Malecón 2000 y en el del Salado. “Evidentemente pueden prestarlos (los servicios) también en los pasos a desnivel las 24 horas del día dentro de las atribuciones que la ley les fija, y siempre en coordinación con la Policía Nacional”, precisó.

Consultado sobre lo que ocurrirá cuando esos policías privados se enfrenten a la delincuencia, respondió: “ Si hay delito flagrante pueden actuar no solamente ellos, cualquier persona señala la ley; y si eso ocurre deberán poner a quienes cometen el delito siempre a disposición de la Policía, pero la idea es mantener un operativo combinado”.

Los riesgos
Sobre el tema, el ministro de Gobierno, Jaime Damerval,  admitió el riesgo de que se formen grupos paramilitares, pero advirtió que eso se puede evitar mediante una disposición que señale que esos grupos de seguridad privada estarán  bajo las órdenes del Comandante General de Policía, y no del Municipio de Guayaquil, que -según dijo- se limitaría a pagar esos servicios. “Lo contrario sería admitir que haya un solo hombre, en este caso el alcalde de Guayaquil, disponiendo de batallones de Policía, y eso es intolerable y prohibido”, manifestó.
El ministro indicó que a las compañías privadas de seguridad solo se le asignarán funciones preventivas y testimoniales, pero no realizarán los movimientos que corresponden a la Policía Nacional.  Aclaró que, de todas maneras, hay que estudiar el marco legal que haría posible esa participación de las compañías  privadas en el control del orden público.