No quedan esperanzas de hallar con vida a los 141 mineros atrapados desde el domingo en la mina de Chenjiashan (norte) y oficialmente murieron 25, declaró este lunes un responsable local del Partido Comunista chino (PCC).
"No tienen posibilidad alguna de sobrevivir, ni siquiera un 1%", declaró Yan Mangxue, secretario del PCC de la población de Yaoyu, de donde son oriundos 14 de los mineros atrapados.
De ser confirmada esta información, la explosión de grisú en esta mina sería la más mortífera en China en los últimos 13 años.
Yan declaró haber obtenido las informaciones tras una reunión de los responsables de los gobiernos locales y de la mina, organizada el domingo en la noche.
La explosión de gas grisú se produjo el domingo en la mañana en esta mina de la provincia de Shaanchi, cerca de la ciudad Tongchuan (norte) cuando 293 personas trabajaban en el fondo.
"Una intoxicación con gas doméstico haría morir a una persona en menos de media hora. Dentro de la mina, sin ventilación, es mucho más rápido y puede durar sólo cinco minutos", agregó Yan.
Varios mineros que subieron a la superficie después de la explosión sufren de una intoxicación con monóxido de carbono.
"Los mineros están atrapados desde el domingo, es por eso que no hay ninguna esperanza", insistió el responsable.
Durante los nueve primeros meses del año, 2.796 accidentes en minas provocaron 4.153 muertos, según las últimas cifras oficiales disponibles. En 2003, el número de muertos había superado oficialmente 7.000, pero la realidad estaría cerca de 20.000, según organizaciones independientes.
El 20 de octubre pasado, un accidente en la mina de carbón de Daping, en la provincia de Henan, causó 148 muertos.