Gina Godoy Andrade, coordinadora del área legal del Centro Ecuatoriano para la Promoción y Acción de la Mujer (Cepam), explica que en el momento que se atenta contra la vida de otra persona se está violando su integridad, lo cual es un delito.

Señala que si el delito se comete  dentro de una familia donde previamente hubo violencia, esto se convierte en un agravante dentro del  proceso judicial. Godoy agrega que  para efectos de la sanción, esto promueve una mayor penalización para el agresor de su pareja.

“Si el marido dispara a su pareja probablemente solo le darán de 8 a 10 años. Pero si este hombre la mató y se demostró que la golpeó, violó y torturó, quienes juzgan podrían aplicarle la máxima sanción de 25 años”, indica.

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Godoy explica que si se trata de violencia doméstica las afectadas deben acudir a las comisarías de la mujer, donde no se requiere de abogado y los trámites son gratis. Pero advierte que si esa agresión pone en riesgo la vida de la víctima y le da incapacidad mayor a tres días, se convierte en un delito que debe ser denunciado en el Ministerio Público.

Agrega que hay medidas de amparo para prevenir la violencia.