En las escuelas y colegios fiscales se observa a cientos de maestros que superan los 75 años y que no se jubilan porque las pensiones que recibirían son ínfimas; por eso prefieren seguir en sus cargos percibiendo un sueldo mayor, gracias a los años de servicio que tienen.

Si bien no existe una ley que obligue a los afiliados al IESS (Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social) a jubilarse, ellos tienen derecho a seguir en su cátedra, pero los más pejudicados con esto son los alumnos; pues en su mayor parte esos profesores ya no dictan bien las materias, no pueden controlar la disciplina, se confunden de nombres al asentar las calificaciones, se resisten a aplicar los cambioa que el avance tecnológico y pedagógico impone, y esto origina deficiencias en las entidades educativas donde laboran.

El Gobierno debe solucionar este inconveniente que incide en la calidad de la educación que se estará brindando a la niñez y juventud de nuestra patria. Se deben elevar las pensiones a los maestros que se jubilan, teniendo en cuenta que ellos aportan un porcentaje mayor que el resto de los afiliados al IESS.

Publicidad

Lcdo. José I. Gorotiza Véliz
Guayaquil