El príncipe Enrique regresa este viernes a Londres, en medio de alarmantes informes de un intento de secuestro en Argentina que fueron calificados de "rocambolescos" por la casa real británica.
 
Esos informes de la prensa argentina, retomados el viernes por los  tabloides británicos, son "rocambolescos", aseguró este viernes a la AFP el  portavoz de Clarence House, la residencia londinense del príncipe de Gales y de  sus hijos Guillermo, de 22 años, y Enrique, de 20.
 
Según los diarios, el regreso antes de lo previsto de Enrique -cuya fama de  adolescente rebelde lo acompañó hasta la estancia "El Remanso", en Lobos, a 65  km de Buenos Aires, donde ha estado alojado desde mediados de noviembre- se  debió a temores por su seguridad.
 
Los grandes diarios londinenses citan a la prensa argentina, que habló de  "pánico total" y de disparos en las inmediaciones de la estancia. La hipótesis  más mencionada es la de un posible intento de secuestro por gente del hampa.
 
Según el tabloide The Sun, la policía británica habría recibido  "informaciones creíbles" de ese intento de secuestro.
 
Fuentes cercanas a la familia real confirmaron este viernes que la policía  argentina indicó que hace varias noches hubo cazadores muy cerca de la estancia  donde estaba alojado el príncipe, un entusiasta del polo que viajó a la pampa argentina para conocer de cerca el negocio de la cría de caballos.
 
Pero el portavoz de la familia real, que se niega siempre a comentar temas de seguridad, aseguró que el regreso a casa del hijo menor del príncipe Carlos, heredero del trono británico, y de la princesa Diana, no es anticipado.
 
"Regresa el día previsto", insistió el vocero de Clarence House, asegurando  que Enrique "regresa en el vuelo que fue reservado al marcharse de aquí".
 
Antes de la partida a Argentina de Enrique, tercero en la línea de sucesión  de la corona británica, el vocero de la familia real había indicado a la AFP  que el príncipe "volvería a casa antes de Navidad", para participar en la  tradicional fiesta navideña en Buckingham Palace.
 
Tal como sucedió con su retorno a Londres, la partida del príncipe a  Argentina estuvo rodeada de controversias y especulaciones de la prensa de que  Enrique iba a refugiarse a una estancia argentina para escapar a una serie de  escándalos, entre ellos una trifulca con un fotógrafo cuando salía de una  discoteca londinense, una madrugada a finales de octubre.
 
Enrique -blanco preferido de los paparazzi, que lo retratan generalmente  con un vaso en la mano, acompañado de chicas lindas, y de la prensa  sensacionalista, que le dedica sus portadas- ha estado también en la mira de la  prensa en Argentina.
 
La prensa local indicó que el joven, de 20 años, había realizado varias salidas nocturnas en busca de diversión durante su estadía en Lobos, incluso sin avisar a sus custodios.