El juez 1° de lo Penal, Ángel Rubio, dejó sin efecto la resolución mediante la cual el Consejo de Comercio Exterior e Inversiones (Comexi) decidió liberar la importación de sal. La medida fue tomada cuando el magistrado le concedió el amparo de recursos que interpuso el Comité Ecuatoriano de Derechos Humanos y de los Derechos Sindicales. 

Rubio dejó sin efecto la importación de sal por considerarla un riesgo para la salud de los ecuatorianos. Por tanto, dispuso mantener las restricciones que regían desde antes que el Comexi emita el decreto.

El Comexi decidió liberar la importación de sal porque así lo requerían los sectores industriales que elaboran alimentos, bienes farmacéuticos y otros, explicó ayer Juan Francisco Ballén, director del organismo. El 5 de noviembre pasado, el organismo dejó insubsistente la restricción al ingreso de sal al país, vigente desde septiembre.

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Al abrir las compras para el sector industrial también se incluyó a la sal doméstica, decisión con la que los productores nacionales no concuerdan, pues afirman que hay sobreproducción.

Ante esto, Nicolás Febres-Cordero, propietario de Ecuasal, la mayor productora nacional de sal doméstica, y hermano del diputado socialcristiano, León Febres-Cordero, manifestó el pasado 17 de noviembre, que la apertura es una medida política.