El líder de la nacionalidad zápara, Bartolo Ushigua, mantiene intactos los sueños de sus ancestros.

Viste pantalón y camisa, usa un celular y pasa buena parte de su tiempo en Quito, donde adelanta los trámites para constituir la Federación Binacional Zápara Ecuador-Perú.

Piensa, al igual que sus ancianos, que un pueblo no pierde la identidad por utilizar implementos de la modernidad.

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Asegura que la identidad está en el pensamiento y en mantener el sueño de los ancestros. “Nuestra cultura es como nuestros sueños. Vivimos con nuestros sueños, que son importantes para poder entender hacia dónde va el mundo”, explica.

Los zápara trabajan en un proyecto para recuperar su cultura, disgregada durante parte del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX por las guerras entre etnias, la expansión de los colonos y la intervención de empresas explotadoras de recursos naturales, principalmente petroleras.

Su historia está reseñada en el libro Zápara, una cultura viva, que se presenta hoy en el centro cultural Abya Yala, junto con un disco compacto que recopila su música ancestral y un video sobre los dos encuentros de los zápara de Ecuador y Perú.

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El libro contiene los resultados del trabajo de los antropólogos que apoyaron a esa etnia en el rescate de su cultura.

Analiza los cambios en la sociedad zápara, que en el siglo XIX llegó a contar con una población de 98.500 habitantes, y hoy suma apenas 350 personas, de padre y madre zápara, y 1.050 habitantes que se han integrado a las nacionalidades quichuas.

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Pueblo poderoso
Bartolo Ushigua, hijo de Blas Ushigua, uno de los últimos maestros espirituales zápara, relata que su pueblo era grande y poderoso. La guerra de 1941 entre Ecuador y Perú separó territorialmente al pueblo y debilitó su organización social.
Los ancianos de las comunidades lideraron la búsqueda de los zápara en Perú. “Los mayores decían que nuestras familias vivían en Perú.  Después, cuando viajamos y los encontramos, todos lloramos”, dice Bartolo.

En el 2003 se dio el primer encuentro binacional de los zápara, donde habitantes de Ecuador y Perú acordaron metas comunes.

Para los zápara, el libro que se presenta hoy es una visión externa a su cultura. Actualmente trabajan en una recopilación de su historia que será, en palabras de Ushigua, hecha desde adentro del pueblo zápara.

El trabajo de rescate de sus valores ancestrales exige la enseñanza de la lengua zápara y la práctica de su religión original. En las escuelas, los niños aprenden español, quichua y zápara. “Las tres lenguas son importantes para nosotros”, expresa Ushigua. 

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ETNIA

PATRIMONIO
En mayo del 2001, la Unesco declaró a la cultura zápara Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.

AL EXTERIOR
El libro, el disco compacto y el video se editaron con recursos de Petroecuador y de la Unesco y el apoyo de la orden Salesiana para la edición del texto. Los productos aún no tienen  precio de venta para el público. Está proyectada su distribución en el exterior. 

EN PASTAZA
Los zápara viven en la  provincia de Pastaza, entre las riberas de los ríos Conambo, Tigre y Villano.