América Latina ha perdido más de 50 millones de hectáreas de bosques en los últimos 30 años, afirmó ayer el director regional del programa ambiental de la ONU, Ricardo Sánchez.

La degradación de recursos naturales que sufre la región “afecta sobre todo a los más pobres”, señaló el cubano, director para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).

Sánchez y la administradora general de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) de Panamá, Ligia Castro, inauguraron ayer en la capital panameña un foro ministerial para definir la posición de Latinoamérica y el Caribe ante el XXIII periodo de sesiones del Consejo de Administración del Pnuma que se celebrará en febrero próximo en Nairobi, en África.

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En el encuentro, que terminará hoy, Sánchez señaló que según un reciente informe regional del Pnuma, de 2003, en los últimos 30 años en Latinoamérica y el Caribe “ha habido una pérdida de más de 50 millones de hectáreas de bosques” y se han deteriorado más de 300 millones de hectáreas de suelos.

“La degradación de los suelos produce pérdidas por más de 1.000 millones de dólares anuales”, declaró Sánchez.

Aunque no precisó la extensión, resaltó que en Latinoamérica “quedan importantes reservas de bosques y las más importantes reservas de biodiversidad y de suelos agrícolas” en el mundo, pero hay que preservarlas y aprovecharlas para el desarrollo.

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La contaminación de las aguas y la pérdida de biodiversidad también son parte de esta degradación de recursos naturales, añadió.

El funcionario subrayó que, según el informe, en Latinoamérica y el Caribe 80 millones de personas viven con mala calidad de aire, más de 70 millones no tienen acceso al agua potable y más de 100 millones no lo tienen al saneamiento.

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Además, “la mitad de los ríos está contaminado” y solo el 40% de los residuos sólidos se maneja adecuadamente, manifestó.

Millones de latinoamericanos y caribeños, enfatizó Sánchez, viven en condiciones de vulnerabilidad, lo que agrava el impacto de lluvias, terremotos, huracanes y otros fenómenos naturales en vidas humanas y edificaciones. 

En la región hay “224 millones de personas viviendo en la pobreza” y este deterioro ambiental “afecta su calidad de vida”, precisó el director del Pnuma.

Insistió en que “se debe trabajar para revertir” esa degradación y lograr mayor equidad social, sobre todo porque Latinoamérica “es la región que tiene la mayor inequidad del planeta; aquí la diferencia entre ricos y pobres es más grande, es más abismal”.

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Durante el foro ministerial se discuten planteamientos regionales sobre acceso y manejo del agua, soporte tecnológico, acceso a información ambiental y papel de la mujer y la sociedad civil en temas ambientales, entre otros.