El tenis femenino ruso tiene todo de su parte para finalizar un año destacado y alzarse con la Copa Federación (la Davis femenina), cuya fase final se disputa en Moscú desde hoy hasta el domingo con la participación de España, Francia y Austria como semifinalistas junto a las locales.

Gracias a un amplio plantel de primer nivel, el capitán Shamil Tarpischev pudo permitirse dar a conocer la composición del equipo desde el mes de septiembre.

Sharapova, fuera
Así, seleccionó a la ganadora de Roland Garros, Anastasia Myskina, así como a la sorpresiva triunfadora en el US Open, Svetlana Kuznetsova, la número 11 mundial Vera Zvonareva y otra más experimentada, Elena Lijovtseva, especialista en dobles.

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Pero, en aras de la continuidad del equipo respecto a las rondas anteriores de la prueba, Tarpischev dejó al lado a la nueva estrella del tenis mundial, la joven y bella María Sharapova, cuarta del circuito WTA, y Elena Dementieva, Nº 6. Sin lugar a dudas, este aspecto debe haber sido el más embarazoso de la elección.

Francia, poseedor del título, es el único equipo que podría inquietar a las rusas aunque ha quedado relegado a un estatuto de “gran outsider” a causa de la deserción de Amelie Mauresmo, Nº 2 mundial, que prefirió hacer un corte en la actividad para preparar mejor la temporada 2005.

Con Nathalie Dechy, 21ª mundial, la joven Tatiana Golovin, nacida en Moscú hace 16 años, y la experimentada Mary Pierce, las francesas están en posición de ganarle a España, convertido en un equipo del pelotón tras la retirada de la actividad de Arantxa Sánchez Vicario y la “prejubilación” de Conchita  Martínez.