El gobierno de Washington rechazó este miércoles  el resultado de la elección presidencial ucraniana, envuelta en acusaciones de  fraude, y llamó a la búsqueda de una solución pacífica, pero sin descartar  eventuales represalias contra Kiev.
 
El secretario de Estado norteamericano Colin Powell indicó de forma tajante  en una rueda de prensa que Estados Unidos "no puede aceptar como legítimo el  resultado" oficial de la elección en Ucrania que dio la victoria al candidato  pro-ruso Viktor Yanukovich.
 
Powell estimó que el resultado de la elección "no cumple con las normas  internacionales", debido a que "numerosas informaciones creíbles señalan la  existencia de fraudes".
 
"Todavía no es demasiado tarde para que las autoridades encuentren una  solución que respete la voluntad del pueblo ucraniano", subrayó Powell ante los  periodistas.
 
El secretario de Estado lanzó una advertencia: "Si el gobierno ucraniano no  actúa inmediatamente de manera responsable, ello tendrá consecuencias sobre  nuestras relaciones, sobre las esperanzas de los ucranianos de una integración  euro-atlántica y para los responsables del fraude", advirtió.
 
Powell, el funcionario de más alto rango en pronunciarse hasta ahora sobre  esta crisis, indicó que habló durante la jornada con el presidente saliente  Leonid Kutchma, "para advertirle contra cualquier uso de la fuerza contra los  manifestantes" de la oposición.
 
Al ser consultado sobre la naturaleza de las medidas de represalia que  podría tomar Washington contra Ucrania, uno de los poco países que apoya con  tropas (más de 1.600 hombres) a la coalición de Estados Unidos en Irak, Powell  se negó a "entrar en detalles".
 
"No tomamos ninguna medida por el momento", dijo tras señalar que Estados  Unidos espera ver "cuál va a ser el resultado final".
 
La Comisión Electoral Central proclamó oficialmente este miércoles en la  noche el triunfo del primer ministro pro-ruso Viktor Yanukovich en las  elecciones presidenciales ucranianas del domingo, y poco después, su rival, el  candidato de la oposición Viktor Yushchenko, hacía un llamamiento a la huelga  general.
 
Tras esta proclamación oficial, la oposición en conjunto endureció el tono,  denunciando el hecho de "golpe de estado" y de un "crimen contra el pueblo.