David Stern, comisionado de la NBA, aplicó ayer mano dura a los jugadores de Indiana Pacers Ron Artest, Stephen Jackson, Jermaine O’Neal y Anthony Johnson, y al de Detroit Pistons Ben Wallace, involucrados en una pelea con fanáticos de Detroit en un partido de la NBA, el pasado viernes.

Artest fue suspendido por los 72 juegos que faltan de la temporada regular, la más larga sanción no relacionada con drogas, que se aplica en la historia de la NBA, informó Stern.

“Lo que él (Artest) hizo es imperdonable. Fue una escena terrible y nos obliga a velar porque no se repita”, dijo Stern, quien subrayó que en sus 21 años como comisionado de la NBA “este ha sido el peor juego que he visto”.

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De su lado, Jackson y O’Neal, fueron suspendidos 30 y 20 partidos, respectivamente, mientras que el base de Indiana, Anthony Johnson, también fue castigado con 5 encuentros sin jugar.

Todo comenzó cuando Artest cometió una falta flagrante sobre Wallace, quien se molestó y replicó con un fuerte empujón a su agresor.

Mientras Wallace trataba de ser contenido por sus compañeros, Artest se acostó sobre la mesa de los oficiales, pero un vaso de cerveza lanzado de la tribuna le sacó de sus casillas y motivó que subiera a las gradas a repartir puñetazos.

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Al instante, sus compañeros Jackson y O’Neal se unieron a la pelea. La fanaticada de Detroit respondió tirando todo tipo de objetos a la banca de los Pacers, cuyos jugadores salieron bajo una lluvia de botellas de agua, cartones de cerveza y pedazos de hielo.  

El entrenador  de los Detroit, Larry Brown, no fue suspendido  pero  se perderá dos juegos  por prescripción médica ya que tiene problemas en su operación de la cadera