El estero Salado significa para los guayaquileños, especialmente, y muchos otros ecuatorianos una tradición de honor. Los recuerdos de antaño de nuestros abuelos cuando lo utilizaban para darse un refrescante y reparador baño en sus cristalinas y agradables aguas.

Es que el estero fue un sitio de natación, de esparcimiento y alegría para aquellos que ya no están a nuestro lado. Es lamentable que en la actualidad se haya convertido en una inmundicia de aguas servidas y basura, dejando de ser un rincón ecológico y turístico para las nuevas generaciones.

Es necesaria una acción mancomunada e inmediata de la empresa privada y autoridades para ejecutar una regeneración de las aguas del estero Salado; por ser actualmente una reliquia de la naturaleza en agonía, para que reviva la fauna y flora que originalmente existió. Anhelamos que pronto vuelvan las aguas del estero Salado a ser limpias. Esto incrementará aún más el turismo.

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Ing. Gilbert Ortega Calderón
Guayaquil

Ojalá que la gente ya no siga tirando basura al estero Salado, porque con la regeneración urbana el entorno del mismo está cambiando mucho.

Cuidemos la naturaleza, mantengamos hermosa la ciudad y limpio el estero.

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Gina de López
Guayaquil