Los académicos del III Congreso de la Lengua plantearon que la comunicación es vital para internacionalizar al castellano. El encuentro concluye hoy.

El III Congreso Internacional de la Lengua Española realizó ayer su última sesión de trabajo, centrada en el tercero de los grandes temas del encuentro, ‘Español internacional e internacionalización del español’.

La idea de que la batalla del español como idioma internacional debe darse en el plano de la comunicación flotó ayer sobre el congreso, que contó con la activa participación del público en una sesión cargada de humor.

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Mientras escritores, periodistas y académicos se tomaron muy en serio el debate sobre la internacionalización del español, el dibujante y humorista argentino Roberto Fontanarrosa optó por una intervención basada en defender las malas palabras. El dibujante pidió una “amnistía para las palabrotas”. El ex presidente uruguayo, Julio María Sanguinetti, en cambio, planteó que el español debe batallar por la hegemonía en Internet.

El argentino José Claudio Escribano consideró que “este ha de ser un gran siglo para la unidad y la expansión del español”, aunque advirtió sobre “un gran agujero negro que concierne a las ciencias, a la tecnología y al Internet”.

Más del 75% del contenido de Internet, precisó Escribano,  está expresado en lengua inglesa y no más del 2% o 3%  es en español, que, sin embargo, está por encima del francés o del chino.

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El periodista español Juan Luis Cebrián también definió al desarrollo del idioma en internet como “una asignatura pendiente y planteó que el castellano del siglo XXI será lo que Latinoamérica decida que sea, ya que de 400 millones de hispanohablantes, menos del 10% vive en la Península Ibérica”.

A su vez, el escritor mexicano Federico Reyes remarcó que “la internacionalización es un primer paso. Solo con un idioma fuerte tendremos pueblos fuertes”, remarcó.

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El español Francisco de Bergia, adjunto al presidente de Telefónica, expresó que el reto del idioma “no es limitarse a alcanzar el mayor número de hablantes como consecuencia de la expansión demográfica, sino consolidarse en el mundo de la comunicación”.

Según el chileño Jorge  Edwards, la globalización constituye una oportunidad para  la expansión del idioma y de la cultura en lengua española, y citó que en  China, Tailandia, Brasil e  Inglaterra se está estudiando el  castellano.

 “Pero al mismo tiempo enfrenta un peligro porque los lenguajes de la tecnología empiezan a infiltrarse y a perturbar y degenerar el idioma”,  advirtió el autor de El museo de cera y La mujer imaginaria.

Chateo empobrece la lengua

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Otro de los temas que se han tratado en este Congreso de la Lengua es el denominado  ‘Chateo en Internet’.

Pedro Luis Barcia, presidente de la Academia Argentina de Letras, sostuvo que el chateo  empobrece al español y limita la capacidad de expresión idiomática de quienes lo practican asiduamente.

 El chateo estimula un idioma cada vez más limitado y amputado, que se basa en no más de 200 palabras y es de una pobreza enorme, dijo.  Consideró que “este fenómeno, relativamente novedoso, produce una tensión entre globalización e identidad regional, por el peligro de que se anule la enorme variedad de la lengua”.

“Muchos medios de comunicación utilizan para sus versiones en Internet un idioma neutro, que luego acaba trasladándose al lenguaje cotidiano de las ediciones en papel. Y esta puede ser una tendencia bastante peligrosa”.

Barcia recomendó enfrentar la proliferación de anglicismos que produce la poderosa presencia del inglés en Internet y los demás medios digitales.