Once naciones africanas firmaron el sábado un acuerdo de paz apoyado por las Naciones Unidas para la región de los Grandes Lagos, prometiendo poner fin a un conflicto que mató a millones de personas a través de genocidios, guerra, hambre y epidemias en más de una década.
 
"Nadie obtuvo todo lo que quería de este proceso, pero todos obtuvieron lo que necesitaban. Una posibilidad real de paz, estabilidad, democracia y desarrollo en una vasta región", dijo el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en la ceremonia de firma del acuerdo.
 
La Declaración de Dar compromete a los líderes regionales a tomar medidas para reconstruir la confianza, incluyendo esfuerzos para lograr el desarme de los grupos rebeldes, detener el tráfico de armas, y ayudar a resolver la difícil situación de millones de refugiados.
 
Los mandatarios calificaron al compromiso como un importante paso hacia la estabilidad de una de las más caóticas regiones de África (que abarca Ruanda, Burundí, y la República Democrática de Congo), pero señalaron que contiene pocos detalles acerca de su implementación.
 
Los próximos pasos a seguir serán considerados en otra reunión cumbre, programada para noviembre del 2005, en Nairobi (Kenya).