Está pasando demasiado tiempo desde la valiente jornada de protestas de los jubilados, que terminó con un pequeño aumento en el segundo semestre del 2004.

Y decimos que está pasando el tiempo porque en este lapso nos hemos adormecido sin continuar con el propósito de los pensionistas del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), que no solamente es la mejora de las pensiones, sino el cambio radical de toda la estructura administrativa y económica del Instituto.

Se requieren personeros de elevados quilates morales, de indiscutibles conocimientos sobre seguridad social, y de entrega a la causa, y que no solo vayan a desquitar jugosos sueldos de $ 7.500 mensuales.

Publicidad

Corresponde a los jubilados seguir observando que se cumpla religiosamente la disposición constitucional del aumento anual de pensiones; la dotación de recursos para mejorar la infraestructura hospitalaria del IESS en todo el país; la adquisición permanente de insumos y medicinas para atención al usuario; la contratación de servicios de clínicas y hospitales para los afiliados en caso de no disponer de cupos en sus propios centros médicos; y la duplicación del fondo mortuorio, pues $ 450 no alcanzan sino para el velatorio.

Se debe vigilar también que se cobre urgente la deuda del Estado y no proporcionarle más a este un solo centavo.

José María Larco Vera
Quito

Publicidad

Se encuentran en el Congreso Nacional proyectos de reformas al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, por lo que los legisladores deben considerar que el capital fue acumulado por los afiliados, que no existe sociedad con nadie, pues es propio.

Entonces, si es así, no es posible que los fondos del Seguro Social sean malversados, que se presten los fondos del IESS a “todo el mundo”, sin ningún respaldo económico.

Publicidad

Es loable que el Municipio de Quito establezca un seguro municipal con aporte privado, pero no con fondos del IESS.

El Estado entrega papeles fiduciarios a un interés elevado, pero no cumple con el pago del capital ni sus intereses al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, el cual no puede funcionar con papeles sino con dinero en efectivo.

Al IESS le caen todas las instituciones del Estado: presidentes de la República, ministros de Economía, procurador, Banco Central, Junta Monetaria, Superintendencia de Bancos, alcaldes, la banca privada, empresarios, Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial. Todos convergen a que los fondos del Seguro Social no les sirven a sus afiliados y jubilados.

Las causas de la declinación del IESS son: el Estado, los empresarios morosos, el botín político y las malas administraciones; no son los afiliados

Publicidad

Ab. Gonzalo Mariscal Contreras
Guayaquil

Cuando llegamos a la tercera edad (65), los jubilados, pensionistas, activos, voluntarios y del campesinado afiliados al IESS, por nuestras enfermedades es cuando valoramos al personal del hospital Teodoro Maldonado Carbo, de Guayaquil.

Al ingresar al hospital, después de muchos años, encuentro una administración tecnificada, computarizada de acuerdo con la época en que estamos viviendo, para beneficio de la clase afiliada.

Se trata del hospital de los trabajadores más grande del país, y necesita  edificar dos pabellones adyacentes a los terrenos del hospital del IESS para dar cabida a unas cien camas, ya que a esta casa de salud regional ingresan jubilados y afiliados activos enfermos de todo el Ecuador.

Terminemos el monopolio de las medicinas, para reducir el desabastecimiento de fármacos e insumos médicos en sus precios más rentables para el hospital regional. Instalando nuestras propias fábricas, laboratorios de medicinas y poder abastecer a los demás hospitales del IESS en el Ecuador. Fábricas, laboratorios que podrían funcionar en los terrenos adyacentes al hospital del Seguro.

En los dispensarios médicos de Guayaquil, representantes directos del hospital regional, se citaban a los enfermos  de dos o tres meses progresivamente. Hoy se cita a los enfermos a los cuatro, cinco o seis meses. Y se da el caso de que muchas enfermedades de los pacientes son tratadas por un solo médico especialista, habiendo dos turnos rotativos.

Sacco Fernández
Guayaquil