Desde ayer se esperaba una avalancha con unas 50.000 solicitudes de divorcio en Chile, según estimaciones oficiales, con la entrada en vigor de la nueva Ley de Matrimonios Civiles.

Con esta medida, Chile pasó a ser uno de los últimos países del mundo en otorgar el derecho al divorcio a las parejas.

Algunos funcionarios han advertido que los tribunales civiles tendrán dificultades para enfrentar a la demanda contenida por años, más aún cuando los tribunales de familia aún no han sido creados.