La medida tomada por las autoridades no es mala en tanto sea para saber cuál es el consumo real de cada cantón o provincia, de acuerdo al número de ciudadanos que vivan en determinada localidad, ya que es conocida la venta excesiva de dicho combustible a nivel nacional, que en su mayor parte se va por las fronteras, debido a su bajo precio; negocio del cual vive buena parte de las poblaciones fronterizas.

Debido al uso indiscriminado del gas en los vehículos públicos y privados, se hace más ostensible su consumo, pues un taxi consume aproximadamente un tanque de 15 kilos de gas al día, lo que para el taxista es un ahorro atractivo, si compara cuánto le significaría diariamente usar gasolina extra por el mismo recorrido de 300 kilómetros, no menos de diez galones.

Que la autoridades pongan al gas, el precio justo y terminen los subsidios que no lo han hecho otros gobiernos. Deberán dictarse medidas compensatorias con la clase más pobre, subiéndole la misma proporción en el bono de desarrollo.

Publicidad

Roberto Arce Moreno
Guayaquil