En la reserva ecológica de Puerto Hondo, ubicada a 30 minutos de Guayaquil, hay locales de venta de comidas y de descanso para los turistas o visitantes.

No obstante, los encargados de la seguridad se quejan de que estudiantes de colegios fiscales van a diario a esta reserva y garabatean las paredes o se dedican a beber y fumar.

Los guardias piden a la Policía ayudar con el control de la zona.