Condoleezza Rice, de 50 años, será la primera mujer negra que ocupe la secretaría de Estado de EE.UU., una de las muchas barreras que ha roto a lo largo de su vida.

Hasta ahora consejera de Seguridad Nacional, es la persona que más contacto diario y confianza tienen con el Presidente, hasta el punto que hace meses, en una cena privada, tuvo un lapsus y llegó a decir “como dice mi marid... quiero decir, el presidente”.

Se la conoce como Martillo de terciopelo; Princesa guerrera por su defensa de la guerra; La desatascadora por su trabajo en Oriente Medio y en Iraq. El escritor mexicano, Carlos Fuentes, la calificó como la “Lady Macbeth del gabinete de Bush”. (Lady Macbeth es la esposa “con las manos manchadas de sangre”, quien incita a su marido a asesinar al rey en el drama de William Shakespeare).

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Pianista profesional, consumada deportista, catedrática en Política Internacional de la Universidad de Stanford (California), su vida ha sido un constante esfuerzo por superarse y superar a los demás.

Nacida en Birmingham, Alabama, en 1954, Rice convivió durante toda su infancia con la segregación racial y a los ocho años una bomba del Ku-Klux-Klan mató a cuatro niñas negras, una de ellas su compañera desde el preescolar.

Hija de un pastor protestante y de una profesora de música, de clase media acomodada, sus padres le inculcaron que si quería triunfar en la vida, tendría que ser “doblemente mejor” que los demás.

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Brillante, ambiciosa, disciplinada y muy segura de sí misma, Rice ingresó en la Universidad de Denver con tan solo quince años, donde Josef Korbel -padre de la ex secretaria de Estado, Madeleine Albright-, la hizo interesarse en la política internacional.

Se licenció con solo 19 años y, a los 26, ya formaba parte exclusivo Centro para la Seguridad Internacional y Control de Armamento de Stanford.

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Durante el mandato de George Bush, padre, Rice era responsable de Asuntos Soviéticos en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

En 1991 se convirtió en  preboste (responsable de la administración y de los estudios académicos) de la Universidad de Stanford,  la primera mujer negra que llegaba tan alto en el mundo académico.

Para resumir, el ministro francés de Exteriores, Michel Barnier, cuyo país ha sido el más opuesto a la guerra en Iraq- afirmó de Condolezza Rice que “es una mujer de carácter, es lo mínimo que podemos decir”.