El líder interino de la Organización de Liberación de Palestina (OLP), Mahmoud Abbas (Abu Mazen), exhortó ayer a los grupos radicales a suspender sus ataques durante la campaña para la elección del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), el próximo 9 de enero.

Pero Abbas no logró progresos significativos e incluso debió rechazar un llamamiento de los grupos Hamas y Jihad islámica para que comparta con ellos el poder pese a que no se proponen participar en las elecciones.

A esto se sumó que el presidente interino de la ANP, Rauhi Fatuh, aseveró que si no se pueden llevar a cabo elecciones en Jerusalén Este, donde viven unos 228.000 palestinos, no habrá elecciones.

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El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Silván Shalom, afirmó desde EE.UU. que los palestinos que residen en Jerusalén Este no podrán votar en esa ciudad porque “Jerusalén es la capital eterna e indivisible de Israel” .

En Cisjordania, los líderes de las Brigadas de Mártires Al Aqsa proclamaron como su candidato a Marwan Barghuti, preso en una cárcel israelí y anunciaron que están dispuestos a interrumpir sus ataques antes de las elecciones solo si Israel desmantela sus retenes de control en la zona.

El secretario de Estado saliente de EE.UU., Colin Powell, viajará el domingo y lunes próximos a Israel y Cisjordania, para relanzar el proceso de paz para Oriente Medio.