Las renuncias de dos funcionarios de alto rango de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA) revelan la inestabilidad reinante en la agencia tras el nombramiento de su nuevo director, Porter Goss, coincidieron analistas.

El director adjunto de Operaciones de la CIA, Stephen Kappes, y su subalterno Michael Sulick, renunciaron a la agencia de espionaje, fuertemente criticada por fallas de inteligencia en Iraq y por los ataques del 9/11.

La semana pasada el segundo funcionario de la agencia, John McLaughlin, también renunció.

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Desde que asumió el cargo, Goss, ex congresista y ex agente de la CIA, ha causado malestar en la agencia, donde muchos consideran que se trata de una “purga” y un castigo contra quienes critican las políticas del presidente George W. Bush.