El percusionista, salsero y bolerista  (nacido el 3 de julio de 1935 en Puerto Rico)  actuará en el estadio Modelo en febrero del 2005.

Era viernes por la tarde, más bien casi anochecía. El pago de la quincena estaba próximo para unos, aunque otros ya gozaban de ese dinero en el bolsillo.

Con este antecedente el fin de semana se iniciaba y las conversaciones triviales también en un bar cualquiera de Guayaquil. Allí, entre la tertulia de dos amigos y una que otra cerveza, surge el tema. “Me enteré que Feliciano actuará en el Modelo a inicios del año próximo”, dice uno de ellos. “¿Feliciano? ¿José Feliciano?”, es la respuesta incrédula del otro.

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Queda la confusión flotando en el aire. Y es que cuando alguien nombra a José Feliciano se refiere al famoso cantautor ciego (o por lo menos es lo primero que llega a la mente de quien escucha el comentario), pero si de quien se habla es de Cheo Feliciano, el asunto cambia. Sucede que ambos se llaman José Feliciano, también son músicos, nacieron en el mismo país: Puerto Rico, y desde jóvenes emigraron a Estados Unidos.

Pero no son la misma persona, solamente coincidencias.
José Feliciano, el extraordinario cantante y guitarrista no vidente, es uno. Cheo es otro, es aquel percusionista de raza negra, capaz de atrapar a sus seguidores con su voz cuando interpreta estribillos como “Amada mía/ grata sorpresa la que me has dado/ yo necesitaba un amor/ y me has enamorado...” (de Amada mía, canción que consta en el disco Sentimiento tú, de 1980) o aquella otra estrofa que dice: “Anacaona, india de raza cautiva/ Anacaona, de la región primitiva/ Anacaona, india de raza cautiva/Anacaona/ de la región primitiva...” (del álbum  Cheo, de 1971, el primero que publicó como solista.

Cheo es su nombre artístico y también una de las diferencias entre él y su homónimo boricua. Uno es José y el otro simplemente Cheo, aquel que también formó parte de la Fania All Star.

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Y este último traerá su repertorio de música tropical y de boleros en febrero próximo, en el estadio Modelo. Allí compartirá junto a sus compatriotas de El Gran Combo, Gilberto Santa Rosa, Eddie Santiago y Jerry Rivera.

A esa presentación y a ese Feliciano se refería uno de los amigos que aquel viernes disfrutaban del fin de semana.

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La historia de Cheo comenzó hace 69 años en Pancho Coimbra, un barrio sencillo de la ciudad puertorriqueña de Ponce. Allí nació él (3 de julio de 1935), quien durante su niñez ya mostraba su inclinación por los instrumentos de percusión. Por aquella razón su grupo de la infancia se llamó Combo Las Latas.

Para complementar esa tendencia, Cheo, quien ha grabado 20 discos como solista desde 1971, estudió en la Escuela Libre de Música, en Ponce.

A los 17 años se traslada con su familia a Nueva York, Estados Unidos, deja sus estudios y se mete de lleno a la música con las orquestas de moda en la denominada ‘capital del mundo’.

Entre esas presentaciones integra como percusionista los grupos Ciro Rimac’s Review, Kako y su Trabuco, entre otros.

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La oportunidad de Cheo para cantar surgió en 1957 cuando el sexteto de Joe Cuba se quedó sin vocalista. Tito Rodríguez, quien ya había trabajado con el percusionista oriundo de Ponce, lo recomendó para que cantara.

Así, Cheo Feliciano permaneció en el sexteto durante diez años, con el que grabó discos como Steppin’ out, Diggin’ the most (1964), Coming’ at you (1965), entre otros.

El percusionista y cantante de temas como Salomé o Pa’ que afinquen, se alejó de la música entre  1968 y 1971 como protesta por la guerra entre Estados Unidos y Vietnam. Cheo vivía todavía en Nueva York. Mientras tanto, las drogas también habían aparecido en su vida, lo que incidió asimismo en su alejamiento de los escenarios.

Después de tres años de inactividad musical, un recuperado Feliciano vuelve a los estudios y graba el álbum titulado simplemente Cheo, del que se desprenden diez canciones, entre ellas Pienso en ti, Mi triste problema, Si por mí llueve y Anacaona.

Durante su carrera musical participó de tributos para otros artistas, incluso para el suyo en 1984, junto a Rubén Blades, Willie Colón, Joe Cuba y otros.

En 1996 estuvo en la grabación del Tropical tribute to The Beatles. En ese material, Cheo Feliciano interpretó Yesterday, mientras que tres años después él rindió un homenaje póstumo a sus amigos Héctor Lavoe y Frankie Ruiz (fallecidos en 1993 y 1998, respectivamente) con las canciones Todo tiene su final y Camionero, que constan en el disco Una voz... mil recuerdos, de 1999.

En ese disco también le dedica canciones a su amigo Tito Rodríguez y a otros artistas como Ismael Rivera y Benny Moré.

Cheo Feliciano puede ser salsero o bolerista, su versatilidad le permite abordar ambos géneros. En el primero de estos estilos grabó discos con la Fania All Star entre 1972 y 1983, cuando creó su disquera Coche. Con el sello de la Fania impulsó éxitos como Juguete, Salomé, Juan Albañil o Los entierros de mi pobre gente. Su otra tendencia se refleja con el disco La voz sensual de Cheo, de 1972. Así es José Feliciano, o mejor dicho Cheo Feliciano, para que nadie lo confunda con su también famoso homónimo puertorriqueño.

Canción

Amada Mía
(Autor: José Nogueras)
(Canta: Cheo Feliciano)

Amada mía...
grata sorpresa la que me has dado
yo necesitaba un amor
y me has enamorado.

Amada mía...
eres mucho más de lo esperado
dulce mujer que había soñado
yo soy todo de ti.

Ha surgido el silencio
orientada hacia el cielo
con tus ojos de estrellas
y tu voz de consuelo.

Eres más de una vida
por dejar de ser tuya
y entregarte al amor.

Amada mía...
mis lares claman tu presencia
riega tu lluvia de inocencia
por mi corazón.

Amada mía...
reina de luz y la esperanza
tienes el don de dar la calma
es que eres el amor.

Ha surgido el silencio
orientado hacia el cielo
con tus ojos de estrellas
y esa voz de consuelo.

Eres más de una vida
por dejar de ser tuya
y entregarte al amor.

Amada mía...
grata sorpresa la que me has dado
es que yo necesitaba un amor
y estoy enamorado.

Amada mía (dulce amor)
Amada mía (dulce amor).