El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia Unicef anunció este martes un plan para prestar atención psicológica y social a la población del Norte del Cáucaso, en particular a los niños de la ciudad de Beslán, en Osetia del Norte (Rusia), donde murieron 330 personas en un secuestro terrorista.
 
El representante de Unicef en Rusia, Carel de Rooy, indicó en una conferencia de prensa que el plan pretende proporcionar ayuda psicológica a las víctimas y favorecer la "coexistencia pacífica" entre la población de las cinco repúblicas caucásicas.
 
Unicef ha hecho un llamamiento para recaudar fondos por valor de 500.000 dólares para ese programa que espera desarrollar durante 2005.
 
Dicho programa se centrará particularmente en facilitar asistencia a los 690 alumnos supervivientes de la escuela número 1 de Beslán, asaltada por un comando terrorista chechén el pasado 1 de septiembre, así como a los familiares de los 860 niños que asistían el centro docente.
 
Los 1.200 rehenes que tomó el comando, integrado por una treintena de terroristas, permanecieron durante dos días en la escuela y en los enfrentamientos con la policía y el ejército murieron 330 personas.
 
De Rooy indicó que el plan de ayuda consistirá en movilizar a 60 equipos de cinco expertos cada uno -incluidos médicos, psicólogos y otros profesionales- que "visitarán cada casa" de Beslán para ofrecer asistencia, empezando por los niños.
 
Agregó que el objetivo es ofrecer ayuda psicológica para atender los traumas ocasionados por el trágico secuestro y señaló que será necesario también atender a los hombres "como medida de prevención de la violencia".
 
Además, señaló que Unicef pretende distribuir materiales pedagógicos en las escuelas del Norte del Cáucaso Norte destinados a fomentar la "tolerancia y la coexistencia pacífica" entre los alumnos, para evitar resentimientos futuros.
 
"Es hora de mirar al futuro y tratar de curar las viejas heridas", dijo el representante de Unicef en Rusia y lamentó que esa región "ha sufrido más de una década de violencia y temor".
 
Agregó que "las escuelas deberían ser el centro de los esfuerzos para construir la paz y la reconciliación" entre las poblaciones de esas repúblicas.
 
De Rooy ha visitado tres veces Beslán tras el secuestro de septiembre pasado y señaló que tanto el Gobierno ruso como la comunidad internacional han proporcionado todo tipo de ayuda a la población, pero que ahora es necesario ofrecer asistencia para que las personas y las familias de la localidad reconstruyan sus vidas.
 
En ese sentido, indicó que entre los planes de Unicef figuran también el fomento de actos culturales tales como conciertos, proyección de películas, participación de reconocidas figuras y otros acontecimientos que contribuyan a la "convivencia pacífica y la tolerancia", especialmente entre la población infantil.