Compañeros de Lucio, en bases militares clave

Los coroneles más antiguos asumieron brigadas de las FF.AA. por falta de generales.

La mayoría de las brigadas operativas del Ejército ecuatoriano están comandadas por ex compañeros de armas del presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez.

Según los registros de personal de la Fuerza Terrestre, de doce brigadas de las cuatro divisiones del Ejército (Pichincha, Guayas, Tarqui y Amazonas), once de ellas están dirigidas por oficiales de la promoción 1972, que es la del Mandatario.

Esos oficiales son Luis Palacios, de la Brigada de Caballería Blindada Nº 11 Galápagos; Marcelo Gaibor, de la Brigada de Infantería Nº 13 Pichincha; Juan Osorio, de la Brigada de Apoyo Logístico Nº 25 Reino de Quito; Luis Cruz, de la Brigada de Infantería Guayas; Fernando Aguirre, de la Brigada de Infantería Nº 9 El Oro; Julio Recalde, de la Brigada de Infantería Nº 3 Portete; Carlos Castro, de la Brigada de Infantería Nº 7 Loja; Carlos Procel, de la Brigada de Artillería Nº 27 Bolívar; Guillermo Benalcázar, de la Brigada de Selva Nº 17 Pastaza; Milton Osorio, de la Brigada de Selva Nº 19 Napo; y Edwin López, de la Brigada de Selva Nº 21 Cóndor. Todos tiene el grado de coronel de Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Terrestre.

Solo la Brigada de Fuerzas Especiales Nº 9 Patria, en Latacunga, está dirigida por un oficial (coronel Franklin Dávila) que no pertenece a la promoción del Mandatario.

Para el ex presidente de la Asociación de Generales y Almirantes de las FF.AA., Raúl Jaramillo, la presencia de los ex compañeros de Gutiérrez en las unidades, obedece a los cambios realizados en la cúpula de las FF.AA.

Jaramillo indica que según el orgánico funcional de las FF.AA., las unidades militares con categoría de brigadas deben estar comandadas por generales, pero a falta de oficiales con ese rango, las vacantes fueron ocupadas por los coroneles más antiguos que, por coincidencia, son los de la promoción de Gutiérrez.

“Es un hecho que no implica ninguna maniobra del Gobierno para asegurarse el apoyo de los mandos medios. La convicción de la mayoría de los militares va más allá de los amiguismos y no creo que los coroneles tengan un compromiso con el Gobierno solo por haber sido compañeros del presidente”, dice.

En cambio, el ex comandante del Ejército, René Vargas, cree que el Gobierno sí ha demostrado su interés de asegurarse el respaldo de los mandos medios de las FFAA.

Para él, la inestabilidad del alto mando militar registrada en este Gobierno “de una o de otra forma sí ha influido en esta rara coincidencia”. “Todo esto es parte del proceso de debilitamiento de las FF.AA. que empezó con la revuelta del 21 de enero de 2000”, dice Vargas.