La ayuda humanitaria de la Media Luna Roja iraquí permanecía bloqueada ayer en Faluja, al oeste de ese bastión sunita, y los socorristas negociaban con los estadounidenses para poder llevarla hasta el centro de la ciudad.

“Nuestro equipo sigue en el hospital e intenta conseguir autorización para distribuir la ayuda. Pero hasta ahora no hemos recibido una respuesta favorable”, declaró Ahmed Naser, jefe de la unidad de  catástrofes de la Media Luna Roja.

Añadió que el equipo “está decidido a quedarse” hasta que le permitan llevar a cabo su misión.

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El ejército estadounidense no dio explicaciones. Un portavoz militar dijo el sábado pasado que no era seguro que se permitiera al convoy adentrarse en la ciudad por el peligro que entrañaría.

Otro portavoz militar, el comandante Francis Piccoli, afirmó ayer que la ayuda humanitaria se había distribuido en las zonas donde se restableció el orden.

Según la portavoz de la Media Luna Roja iraquí, Ferdaus al Ibadi, el cargamento de esos cuatro camiones con banderas blancas, tres ambulancias y un minibús consiste en comida (sobre todo pan, arroz y agua) y equipos médicos.

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Todavía no ha entrado ningún convoy humanitario al centro de Faluja. Ibadi dijo que los civiles bloqueados en la ciudad “se mueren de hambre y sed, hay que hacer algo para ayudarles”.

Por su parte, el ministro iraquí de Salud, Alaa Abdesahab al Aluán, afirmó que no hay una crisis humanitaria en Faluja y que los heridos no son muy numerosos.