El agricultor carchense Óscar Antonio Chugá, secuestrado el martes pasado por tres hombres encapuchados y fuertemente armados, fue liberado la mañana del viernes por sus captores, un grupo de supuestos guerrilleros que lo dejó en libertad después de reconocer que él (Chugá) no era la víctima, sino el propietario de la hacienda, Juan Villarreal.

El agricultor fue liberado en el sector de Miraflores, reducto guerrillero ubicado en el municipio colombiano de Cumbal, en la frontera con Ecuador.

La esposa de Chugá, Mariana López, aclaró a este Diario que la familia no pagó rescate y su esposo no se encontraba en la casa, porque había sido trasladado hasta la ciudad de Ibarra por un hermano, quien habría hecho los contactos para la liberación.

Publicidad

López dijo que “los captores lo dejaron en libertad, aduciendo que se habían equivocado y la información que habían recibido era errónea”. No obstante, este diario pudo conocer que la familia habría pagado cinco mil dólares por la libertad, a diferencia de los pedidos iniciales de 50 y 25 mil dólares.

Según López, la familia estaba tranquila por el retorno de su esposo, pese a no verlo aún, porque sostuvo que se encontraba  en Ibarra bajo tratamiento psicológico.

En el comando provincial de Policía la liberación de Chugá se manejó con hermetismo. Su comandante, coronel Jorge Salinas, insistió en que no conocía nada y que todo estaba en manos de la Unidad Antisecuestros (Unase), de Quito.

Publicidad

En la Policía Judicial tampoco nadie dio razón. Manifestaron que el jefe de la dependencia, Galo Acosta, había viajado a Ibarra.

El ciudadano fue secuestrado en la hacienda La Alegría, localizada a 10 kilómetros de Tulcán, en la vía que conduce a la fronteriza parroquia de Tufiño.