De las 125.000 ha inscritas y en producción, cerca del 10% ya pertenece a estas compañías.

El subsecretario de Agricultura de la Costa, Luis Noblecilla, está en la lista de aquellos bananeros que con mucho pesar tienen en mente vender su plantación porque no es rentable para ellos mantener el negocio, que en su caso inició la familia en El Oro hace cuarenta años.

El descalabro económico que empezó a tocar su punto crítico en el 2001 se explica en que cuando iniciaron el cultivo con apoyo estatal y hubo bonanza, grandes y pequeños productores con una caja pagaban el día de un trabajador y les sobraba. Hoy, con el precio oficial de $ 2,91,  alcanzan a cubrirlo con tres.

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Por el paro de los servidores públicos, el subsecretario Noblecilla da el visto bueno en la oficina de un amigo –donde nos atiende– a los planes de embarque que presentan las compañías y que seguirán depositándose en la Asociación de Exportadores de Banano  del Ecuador (AEBE), hasta que se abran las dependencias del Ministerio.

Observa que desde meses atrás su despacho  atiende solicitudes de compañías rusas que han venido directamente a comprarle al agricultor, caso de JFC, y que en estos días tramita la calificación de otra que llevará banano a Siria.

Compra de bananeras

Sobre la venta de plantaciones, Noblecilla considera que alrededor del 15% del área inscrita ha cambiado de dueño y buena parte ha pasado a manos de las grandes compañías exportadoras, que pueden estar sacando de ellas cerca de 1,5 millones de cajas/semana.

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En poder de la AGD, indica, están unas 4.000 ha, en El Oro hay unas 6.000 ha totalmente quemadas por sigatoka y perdidas; una cifra inferior pero importante, en Guayas y Los Ríos. Datos ciertos de superficie sembrada y respectivos propietarios los dará el censo bananero que espera realizar la Cartera antes del 2005.    

 “Los rusos han adquirido compañías y como las otras exportadoras, ellos quieren cerrar el círculo porque el negocio sí es valedero. Sus haciendas están técnicamente bien mantenidas, con todas las labores para asegurar rendimientos altos, cosa que no puede hacer el productor local por falta de capital”, anota.

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Frente a la creciente incertidumbre del manejo de los cupos de compra, Noblecilla sugirió que los bananeros tienen la oportunidad histórica de unidos consolidar un volumen de venta considerable de 30 a 50 mil cajas semanales, para negociar con los exportadores un precio superior al oficial, tanto en la temporada alta y baja, previéndose que el 2005 sea un buen año por la demanda de la Unión Europea.

Aclaró que así no se vendan más bananeras, el monto que genera esta divisa ingresará al país de acuerdo con el precio de sustentación que fija cada gobierno a la fruta exportada.