El técnico de la selección ecuatoriana, Luis Fernando Suárez, aspira a quitarle la pelota a Brasil y aprovechar la ventaja de la altura en el cotejo que sostendrán el miércoles en esta ciudad por las eliminatorias mundialistas.
 
“El primer objetivo es quitarle la pelota a Brasil y aprovechar esa ventaja de la altura que está allí en nuestras manos”, afirmó Suárez en diálogo con la prensa previo a la práctica de este sábado en el complejo militar de Parcayacu, al norte quiteño donde se concentra desde el lunes.
 
Suárez no quiso abundar sobre las potencialidades de su rival, sino buscar los mejores atributos de sus dirigidos para vencer al pentacampeón mundial. “Todos sabemos qué representa Brasil, pero nosotros tenemos lo nuestro y, sabiendo tomar la altura, podemos ser peligrosos”, apuntó.
 
Lamentó que el plantel ecuatoriano recién se completará este domingo con el arribo de los repatriados Iván Hurtado (Pachuca, México), Iván Kaviedes (Chelsea) y Ulises de la Cruz (Aston Villa-Inglaterrra). “No toca más que acomodarse a las reglas de juego, y desear que cambien pero nada más”, comentó.
 
El jugador Franklin Salas, del campeón local Liga de Quito, considerado la nueva figura del fútbol ecuatoriano, dijo sentirse emocionado de enfrentar al cuadro verdeamarillo y confía en poder vencerlo.
 
“El Mago”, como le dice la afición local, manifestó sin disimulo que en la cancha no juegan los nombres sino 11 hombres.
 
Para esta práctica se sumó el volante Édison Méndez, quien llegó la noche del viernes procedente de México, donde milita en el cuadro de Santos Laguna.
 
La Tricolor está en cuarto lugar de la tabla de las eliminatorias sudamericanas, que está liderada por los brasileños.