La muerte de su símbolo, Yasser Arafat, podría finalmente forzar a los palestinos a negociar con Israel el “menos malo” de los acuerdos posibles o a seguir combatiendo por un sueño que tal vez jamás se haga realidad, afirma Paul Reynolds, analista de la BBC. 

También podría forzar a Israel a probar lo que siempre afirmó: que Arafat era el gran obstáculo a las conversaciones de paz y que su argumento no era una simple excusa.

Según Reynolds, Arafat recurrió tanto a la lucha como al diálogo. Durante años combatió, personificando a la resistencia que quería recuperar toda Palestina, pero luego se dispuso a negociar con pragmatismo para asegurar aunque sea parte del territorio.

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En 1993, Arafat estrechó la mano del primer ministro israelí Isaac Rabin, a quien llamó su amigo. En el 2000, en Camp David, residencia de descanso presidencial en EE.UU., negoció con otro enemigo hebreo, Ehud Barak.

Pero Arafat se retiró del diálogo diciendo que la oferta de Israel no era suficientemente buena pues aunque podría haber obtenido garantías para un Estado palestino y la soberanía de zonas aledañas a Jerusalén, hubiera debido renunciar a partes de Cisjordania, y al derecho de retorno de los refugiados palestinos.

Como en otras ocasiones, los palestinos rechazaron una oferta peor a las anteriores, sin perspectiva de ninguna oferta mejor en el futuro y todo indica que solo pueden esperar algo peor. Tal como están las cosas, ahora podrían recuperar el control de Gaza, pero la posibilidad de que tengan su propio Estado es incierta.

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En el diario español El Mundo otro analista, Ignacio Álvarez-Ossorio, sostiene que hay tres posibles escenarios post-Arafat.

El primero es el escenario “continuista” en el que la vieja guardia, liderada por dos dirigentes históricos de la Organización de Liberación para Palestina (OLP): Mahmud Abbas (Abu Mazen) y Ahmed Quorei (Abu Ala), asuma el mando sobre la nueva generación de palestinos nacidos en los Territorios Ocupados, con más popularidad y que aparecieron en la Intifada de 1987.

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Álvarez-Ossorio afirma que en este contexto, el nuevo liderazgo palestino sería legitimado inmediatamente por la comunidad internacional que reclamaría a Israel la reanudación de las negociaciones.

Un segundo escenario sería “rupturista”, con el ascenso del grupo radical islámico Hamas que aprovecharía cualquier vacío de poder pero que no aceptaría el actual plan de paz de la Hoja de Ruta, sino el retorno a los principios de la “lucha árabe-israelí”.

Por último, según el experto español, está el escenario de la catástrofe: la guerra civil, con diminutos reinos y campamentos controlados por “señores de la guerra”.

Reacciones en el mundo

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n EE.UU.
  WASHINGTON REUTERS
El presidente estadounidense, George W. Bush, prometió ayer emplear los próximos cuatro años en ayudar a la creación de un Estado palestino, y que ayudará a elaborar una estrategia post-Arafat que consiga este objetivo.
El mandatario agregó que el ritmo a seguir en el proceso dependía en gran medida de la persona que los palestinos elijan para reemplazar a Yasser Arafat.

 ISRAEL

JERUSALÉN AFP

“La muerte de Arafat podría marcar un giro histórico para Oriente Medio”, ha dicho el primer ministro israelí Ariel Sharón, para quien el nuevo liderazgo palestino debe entender que la solución de los problemas debe pasar por la guerra contra el terrorismo.

Para Shimon Peres, que  compartió el Premio Nobel de la Paz en 1994 con Arafat, Israel no  podrá culpar más al dirigente de bloquear el proceso de paz.
 

JIMMY CARTER

WASHINGTON AFP

Pese que era “frustrante tratar” con el fallecido líder palestino Yasser Arafat, era un dirigente “legítimo”, y solo un líder que surja de elecciones podrá traer esperanzas de paz, comentó ayer el ex presidente estadounidense Jimmy Carter en The New York Times.

Además reprochó a Israel por mantener a Arafat como prisionero y  humillado.

PALESTINA

RAMALAEFE

El ministro de Negociaciones palestino, Saeb Erekat, pidió ayer a Israel que “se retiren las tropas de las ciudades palestinas para poder celebrar las elecciones”, de las que salga un dirigente que sustituya al fallecido presidente Yaser Arafat. El Gobierno interino palestino dispone de 60 días para celebrar elecciones en Gaza y Cisjordania.

EXPERTO ISRAELÍ

JERUSALÉNAFP

 “Yasser Arafat era el único que quería la paz y podía lograrla. Al contrario del gobierno israelí que hacía creer que Arafat era un  demonio, yo creo que solo él era capaz de conseguir que su pueblo aceptara la paz, y pienso que vamos a echarlo de menos porque era el único”, afirmó Uri  Avnery, ex diputado y dirigente del grupo pacifista israelí Gush Shalom. 

EXPERTO PALESTINO

JERUSALÉN EFE

 El deceso  del presidente palestino Yasser Arafat no deja un vacío de poder en la Autoridad Nacional Palestina (ANP), porque “en los últimos cuatro años su presencia no se sentía más que en Ramala. Las milicias islámicas tienen el poder gracias a la nueva guardia de líderes de Cisjordania y Gaza, dijo el politólogo palestino Jalil Shikaki al diario Haaretz.