Si bien al hospital del IESS le hacen falta baterías sanitarias, mejorar los muebles de las salas de pacientes y la limpieza, debo manifestar que en médicos que allí ejercen, he palpado profesionalismo y dedicación al afiliado, en una sala de operaciones.

No quiero dejar de mencionar a enfermeras que atienden sin esperar recompensa monetaria.

Si hay algo negativo en el IESS, esto puede ser superado, pues la parte positiva inclina la balanza hacia los valores humanos de profesionales que allí ejercen.

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Brenda Pombar Arce
Guayaquil