La aviación estadounidense bombardeó en las últimas horas la ciudad de Mosul, escenario desde el jueves de cruentos enfrentamientos entre unidades norteamericanas secundadas por la policía iraquí y grupos de insurgentes.
 
"El objetivo han sido refugios de terroristas en diferentes áreas de la ciudad", explicó la capitana Angela Bowman, portavoz de las tropas estadounidenses en Mosul, quien negó que hayan perdido el control de la urbe. "Hemos usado nuestra fuerza para dar una respuesta proporcionada a los ataques insurgentes. La Policía iraquí logró anoche calmar las áreas rebeldes, en especial en el sur, la más agitada", aseguró.
 
Testigos en la ciudad dijeron, sin embargo, que los combates habían vuelto a estallar esta mañana, y que las tropas de Estados Unidos no eran visibles en las calles, donde la Policía iraquí hacía frente a los insurgentes.
 
Mosul, tercera urbe más populosa de Iraq, se encuentra desde el miércoles, al igual que Bagdad y otras ciudades del país, bajo un toque de queda que se extiende desde las 16 horas hasta la seis de la mañana.
 
La portavoz también confirmó que un soldado murió anoche en un enfrentamiento con hombres armados con fusiles y pistolas en una comisaría de la ciudad.
 
"El uniformado, asignado a la unidad combinada Olympia, formaba parte de una patrulla que acudió en auxilio de fuerzas iraquíes que eran atacadas por insurgentes en una de las comisarías de la ciudad", agregó.