Los árabes en todo Oriente Medio vieron el jueves con tristeza el fin de una era con la muerte de Yasser Arafat, símbolo de la lucha nacional palestina, y dijeron que ahora depende de Israel convertir esta pérdida en una oportunidad hacia la paz.
 
Los palestinos se lanzaron a las calles de Gaza y Cisjordania para llorar la muerte de su presidente, mientras que algunos países árabes anunciaban tres días de luto en honor al presidente de la Autoridad Palestina que luchó durante décadas por la creación de un Estado palestino, pero nunca pudo conseguirlo.
 
"Arafat fue la personificación de la causa palestina y su ausencia seguramente se sentirá con profundo dolor", dijo Hossam Zaki, portavoz de la Liga Arabe en El Cairo.
 
"Pero todos aquellos que piensen que su muerte abrirá las puertas de la paz, les decimos que eso es falso y que las respuesta realmente nunca estuvo en manos de los palestinos sino del lado israelí", agregó.
 
Israel y Estados Unidos acusaron hace tiempo a Arafat de haber frustrado el proceso de paz, pero analistas árabes dijeron que esto era un pretexto.
 
"Israel y sus partidarios dicen que el obstáculo para la paz ha desaparecido: Arafat. Esto no es cierto y es injusto, porque (el primer ministro israelí Ariel) Sharon no quiere otorgar al pueblo palestino sus derechos", dijo el periódico Al-Khaleej en los Emiratos Arabes Unidos.
 
Por su parte, Egipto y Túnez declararon tres días de luto.
 
El presidente de Túnez, Zine al-Abidine Ben Ali, dijo que "los valores y las elevadas virtudes que personificaron a Arafat durante su lucha por la causa palestina inspirarán al pueblo palestino para que preserve su cohesión y unidad, y persiga el camino para obtener sus derechos nacionales, legítimos y eternos".
 
Egipto declaró: "El pueblo palestino y las naciones árabes e islámicas han perdido hoy al presidente Yasser Arafat, un líder histórico que guió a su pueblo con valor en todas las etapas de la lucha nacional".  
 
Llenar el vacío
 
El pueblo palestino llora en todas partes la muerte de su líder y funcionarios palestinos dijeron que estaban trabajando para llevar a cabo una delicada transferencia del poder.
 
Pero algunos señalaron que sería difícil repetir el equilibrio que mantuvo Arafat entre los grupos políticos y se preguntan si los palestinos podrán permanecer unidos sin su líder en el timón.
 
"La próxima etapa no será lo mismo sin Yasser Arafat. Era el único que entendía la importancia de la unidad nacional y nunca habrá un líder palestino que pueda soportar las consecuencias de decir no a los estadounidenses o a los israelíes", dijo el colaborador de Arafat Jibril Rajoub a cadena de televisión árabe Al Yazira.
 
Randa Ashmawi, columnista del periódico egipcio Al-Ahram Hebdo, dijo que podría surgir un liderazgo palestino moderado si Israel y Estados Unidos reactivaban el proceso de paz. Pero las voces radicales como las del grupo islámico Hamas estaban en los bastidores.
 
El analista del periódico saudita Hussein Shobokshi dijo: "El nuevo liderazgo palestino probablemente será más pragmático. La única cuestión será cómo se manejan con Hamas y la Yihad Islámica, puede que tengan que acomodarlos en el gobierno". 

Luego de los ataques israelíes contra Gaza, en diciembre de 2001, se radicó  en forma definitiva en Cisjordania.
 
Poco después de instalarse en la Muqata, los tanques israelíes rodearon el  complejo. Finalmente lo embistieron, el 29 de marzo de 2002, e impusieron un  sitio de cinco semanas, que obligó a Arafat a permanecer recluido en sus  oficinas, sin agua ni electricidad.
 
Después de una breve tregua, los blindados israelíes volvieron a Ramala y  rodearon la Muqata el 10 de junio de 2002. Durante dos días, las excavadoras  israelíes arrasaron los edificios, que ya estaban parcialmente en ruinas por  bombardeos anteriores.
 
En una última incursión, que duró 10 días en septiembre de 2002, las tropas  israelíes se dedicaron a destruir las pocas instalaciones que permanecían en  pie. Sólo respetaron el sector residencial y las oficinas de Yasser Arafat.
 
Los médicos, alarmados por el deterioro de la salud del líder palestino,  habían aconsejado recientemente la instalación de purificadores de aire en la  Muqata.
 
Desde que comenzó su prolongado encierro, en 2001, el único ejercicio que  podía efectuar Arafat consistía en recorrer los pasillos de la Muqata, según el  testimonio de sus cercanos colaboradores.
 
El miércoles 10 de noviembre, varias excavadoras y palas mecánicas  volvieron a ingresar a la Muqata, pero esta vez convocadas por los palestinos  para despejar escombros dejados por los reiterados ataques israelíes y preparar  el sector de terreno donde será inhumado Arafat.