“Peanuts!”, dijo Carlos Vera cuando Charles Shapiro, secretario del gobierno estadounidense para asuntos andinos y del Caribe, habló de la ayuda de su país al Ecuador. ¡Peanuts!, o sea ¡maníes!, es decir, ¡minucias! Y arrancó a hablar en inglés sobre lo que le dan a Colombia. Luego se tradujo. Así varias veces. El único que habló en inglés durante esa entrevista (y esto es patético) fue él, Vera.

En inglés también, Vera suele bromear con la ministra Ivonne Baki cuando la tiene al frente. Con esto se establece entre ambos esa atmósfera de complicidad que se expresa en guiños, risas y piropos. Y precisamente Baki, o mejor dicho, el espíritu de Baki, estuvo presente (y no por casualidad) durante toda la entrevista con Shapiro, en la que también hubo risas. Siempre hay risas en las entrevistas en que Vera habla en inglés, siempre hay guiños. Piropos, solo para las mujeres.

“Eso de cambiar de Presidente como uno cambia una camisa, bueno, es dañino”, opinó Shapiro con palabras calcadas de Ivonne Baki. Vera lo notó y deslizó un comentario irónico: “veo que ha aprendido muy bien sus lecciones”, dijo en español. El otro no entendió. Nosotros tampoco lo habríamos hecho de no explicárnoslo el propio Vera.

Publicidad

Otras palabras calcadas de Baki, tomadas del mismo diálogo: “los ecuatorianos tenemos una muy buena oportunidad, que es el TLC”. No lo dijo Shapiro, sino Vera. Shapiro estuvo de acuerdo, claro, y se mostró satisfecho de que también el periodista hubiera “aprendido muy bien sus lecciones”, aunque no lo dijo, pero igual todos entendimos sin necesidad de que nos lo expliquen. Quiero decir: la única verdad periodísticamente verificable que tenemos sobre el TLC, es que se negocia a puerta cerrada. Afirmar que se trata de una “muy buena oportunidad” para nosotros es, simplemente, repetir una consigna. Como se ve, por todos lados imparte sus lecciones la ministra Baki.