Empresarios  se ingenian maneras para dar valor agregado a los productos naturales.

El sector agroexportador enfrenta dos inconvenientes para ser competitivo: la falta de una planificación en los cultivos y, como industriales, el alto costo de la electricidad, dijeron ayer representantes de industrias que llevan operando más de 30 años.

Mientras que en los países que compiten con Ecuador con productos similares, como Brasil y Colombia, el costo del kilovatio/hora es de $ 0,04; las industrias ecuatorianas pagan entre 7 y 10 centavos. El uso de este servicio es constante para el sector por la refrigeración de los elaborados.

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Los industriales insisten en agilitar los proyectos de generación hidroeléctrica y que se apoye al agricultor.

Diez horas y media operando la máquina de sellado de fundas de café, empleando 170 grados centígrados; 24 horas encendidas las cámaras de mantenimiento de cientos de cajas con productos  por debajo de los  15 grados, emisiones de calor y frío que utilizan más energía eléctrica, uno de los rubros más caros para el sector agroexportador, que mensualmente puede llegar a los diez mil dólares.

Aunque Solubles Instantáneos,  fábrica de café, compra electricidad de forma directa a las generadoras por ser un gran consumidor, el costo por cada kilovatio hora (kw/h) para la empresa  bordea los 10 centavos de dólar, dijo su gerente de exportación, Guillermo Arosemena. Un punto en desventaja, al  referirse a la competitividad, con su principal competencia, Brasil, donde el costo de la energía es menos de la mitad: 4 centavos, agregó.

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Ese mismo valor paga la industria  en Colombia, según Manuel Zhindon, gerente general del Grupo Industrial Man-Zhi. Mientras que  sus dos plantas de procesamiento de pulpas de frutas, plátano y yuca, emplean una energía 75% más costosa (7 centavos el kw/h). Los impuestos que se recargan a este servicio son para este industrial una causa del encarecimiento.

Ante esa situación, los empresarios tienen una propuesta que incluyeron en la agenda interna que analizan con el Gobierno para su implementación y que consiste en reducir el 50% del aporte que realizan los consumidores industriales y comerciales a favor del Fondo de Electrificación Rural Urbano Marginal (Ferum).

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Es uno de los seis temas que plantean las cámaras de la producción para que las empresas  sean competitivas: reformas laborales y aduaneras, reducción de las tasas de interés, participación privada en el mercado petrolero y fortalecimiento del comercio exterior.

Deficiencias desde el campo
Los agroexportadores dependen del campo y los problemas en él también los afectan. La falta de tecnificación en los cultivos ha hecho, por ejemplo, que   no haya tanto grano para  los elaborados de café.

Solo el 1% de las plantaciones tiene buen rendimiento, manifestó  Guillermo Arosemena. Desde hace quince años la producción   ha disminuido  en un tercio.

La nula asesoría en los agricultores llevó a Manuel Zhindon a encargarse de capacitar a sus proveedores de materia prima para mantener uniformidad en la calidad de sus productos.

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Precisamente esta conexión hace que la competitividad sea necesaria en todos los eslabones de la cadena, “si  uno  falla nunca habrá competitividad”, dijo Sergio Seminario, analista agrícola y ex ministro de Agricultura.

El trabajo coordinado comienza en las previsiones, desde saber cómo será el clima, pues las agroexportaciones dependen en el 90% de la naturaleza.

Más que el clima, a  Zhindon  le afecta  el costo del transporte que representa la cuarta parte de sus costos de producción, seguido de la mano de obra (15%), por lo que considera que son necesarias las reformas laborales.

SUGERENCIAS

GOBIERNO
Los industriales consideran que el Gobierno debe identificar las áreas potenciales para la exportación y dar crédito y asesoría en el campo para mejorar la productividad. Además de exhibir los productos en los consulados ecuatorianos.

EMPRESARIOS
Estudiar el mercado, participar en ferias para contactar compradores e identificar los productos que necesitan en otros países.