El nuevo ministro de Gobierno, Jaime Damerval, asumió ayer su despacho y anunció que impulsar la reforma constitucional, lograr un consenso político de largo plazo y cuidar el orden interno, serán sus tres principales objetivos.

En rueda de prensa, Damerval aseguró que no se integró al Gobierno para enfrentarse con el Partido Social Cristiano (PSC) o con su líder León Febres-Cordero, y tampoco para defender al presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, del juicio político que se pretende iniciar en su contra. “He venido para cosas más trascendentales, no he venido para combatir con nadie, estoy aquí para disminuir la tensión”, dijo.

Sin embargo, los analistas Freddy Rivera y León Roldós coincidieron ayer en que la presencia de Damerval no bajará la conflictividad política en la que está el Ejecutivo, sino que intensificará la situación de enfrentamiento con los sectores de oposición.

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Rivera, catedrático de la Flacso, afirmó que la designación de Damerval obedece al pago de la deuda política que el presidente Gutiérrez tiene con el PRE por el apoyo brindado particularmente en los actuales momentos.

“Lo que se pretende es lograr mejores nexos con partidos que están en oposición a la lógica socialcristiana, entre ellos el PRE, e incluso no me asombraría que tenga una apertura muy amplia con Jaime Nebot”, dijo Rivera, para quien el nombramiento de Damerval es una estrategia hábil del Gobierno pero que puede resultar muy costosa, “porque elevará los niveles de confrontación, sobre todo en Guayaquil”.

El ex vicepresidente de la República, León Roldós, dijo que lo que hace el Gobierno es radicalizar su posición buscando a una persona que vaya de acuerdo con los momentos actuales. “Ayer era un tiempo de aproximaciones y por eso se buscó a Raúl Baca, hoy es un tiempo de polémicas y Damerval es un hombre polemista”, indicó.

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Ayer, Damerval señaló que Febres-Cordero no es el líder de la oposición y que quien realmente cumple ese papel es el ex presidente Rodrigo Borja, de la ID.

Aunque expresó que su propósito no es ser el hombre combativo del Gobierno y que en sus planes está el diálogo con todos los sectores políticos, reconoció que uno de sus deberes es “tratar de dividir a los sectores de oposición” para lograr que el proceso de juicio político al Mandatario termine en el menor tiempo.

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Damerval también habló sobre el origen del juicio a Gutiérrez y dijo que aunque todos los gobernantes “lo hacen, deben hacerlo y son tontos si no lo hacen”, el Mandatario cayó en el “defecto de promocionar a alentar a los candidatos de su partido político”.

Esta acción para él, no constituye un delito de peculado y añadió que si hay una infracción legal el responsable no es el Presidente, “porque él no maneja directamente los recursos del Estado”, sino los funcionarios que estuvieron a cargo de la movilización.

Damerval cortó las aspiraciones del ex diputado Renán Borbúa para ocupar el cargo de subsecretario de Gobierno. “Su presencia es imposible en el Gobierno. Él confirmaría las críticas que por nepotismo le hacen al Presidente. Borbúa pasará a otra función”, acotó.