Los sectores de oposición al Gobierno ecuatoriano advirtieron este miércoles que el Ejecutivo ha ganado una batalla pero no la guerra que insisten en librar en el Parlamento con el enjuiciamiento político al jefe de Estado, Lucio Gutiérrez.
 
El Gobierno consiguió el martes una tregua gracias al revés que sufrió la oposición, al no lograr el apoyo de 51 diputados para conformar una "comisión especialísima" de juicio político en el Parlamento.
 
El objetivo es enjuiciar a Gutiérrez como presunto autor de malversación de fondos públicos, cohecho y delitos contra la seguridad del Estado.
 
El diputado de la oposición Luis Villacís, aseguró hoy a EFE que el presidente "no ha ganado la guerra" y advirtió que lo ocurrido el martes no es el fin del proceso sino solamente un aplazamiento.
 
"Eso no significa que el juicio ha concluido ni nada por el estilo. En cualquier momento el presidente del Parlamento puede poner en el orden del día el tema de la conformación de las comisiones", anotó.
 
No obstante, para Ximena Bohórquez, diputada y esposa de Gutiérrez, el juicio "está muerto y enterrado".
 
La oposición, que aseguraba tener los 51 votos necesarios para conformar la comisión, colapsó al momento de la votación, pues el Partido Social Cristiano (conservador) sufrió la deserción de dos de sus diputados, la Izquierda Democrática (socialdemócrata) tuvo una baja y el Movimiento indígena Pachakutik perdió otros dos votos.
 
La oposición asegura que el Gobierno "compró conciencias" para "ganar la batalla".
 
El Ejecutivo -dijo Villacís- ha convertido al Parlamento en "un mercado de conciencias donde se compran y venden diputados como quien compra y vende papas en el mercado".
 
Pero el Gobierno niega ese hecho y asegura que quienes se han sumado al oficialismo lo han hecho en favor de la democracia, pues opina que el juicio político responde a intereses particulares y, además, no tiene sustento pues el jefe de Estado no ha cometido peculado.
 
Los opositores anotan que en la campaña proselitista del mes pasado, Gutiérrez abusó de la logística del Gobierno para hacer campaña por su partido político, Sociedad Patriótica.
 
El Ejecutivo lo niega y atribuye los desplazamientos del jefe de Estado a la supervisión de obras y al aumento del contacto con el pueblo.
 
Ante el tambaleo del juicio político contra Gutiérrez, los políticos de la oposición afinan ya otras estrategias y ven ahora como comodín las elecciones presidenciales de 2006, argumento que usarán para buscar adeptos.
 
Villacís opinó que a políticos como el multimillonario Alvaro Noboa, del Partido Renovador Institucional Acción Nacional (PRIAN), dos veces vencido en segunda vuelta presidencial, no le interesará que "lo vinculen con un gobierno desprestigiado como el actual".
 
También esperan que los movimientos sociales, sindicatos, campesinos e indígenas presionen para la realización del juicio político y la censura del presidente, que asumió el cargo en enero del año pasado.
 
Con el triunfo parcial en las manos, desde el Gobierno se lanzan ahora mensajes de tranquilidad al punto de que el nuevo ministro del Interior, Jaime Damerval, y el propio vicepresidente, Alfredo Palacio, opinan que el juicio podría hasta ser positivo.