El montubio es un ser valeroso, conocedor a fondo de la naturaleza, digno de que se lo dé a conocer en programas de televisión que resalten sus méritos y no se los ridiculice.

En esta época de incertidumbre y conflictos, la televisión debería ser una alternativa de entretenimiento, de educación sin falacias, de interactuación con el público brindando desarrollo y superación personal, ayudando al crecimiento interior de quienes ven y escuchan sus programas. Los pocos programas buenos se toman largas vacaciones, como por ejemplo “¿Quién quiere ser millonario?”; o desaparecen, como “¡Quien sabe, sabe!”. Idea rescatable y provechosa sería de retomárselos, dando oportunidad de participar a los estudiantes de la ciudad.

Nuestros gobernantes no dan prioridad a la educación, y sin esta el país no irá a ningún sitio.

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Ing. Fernando Guzmán M.
Guayaquil

Protesto por ciertos programas que presenta la televisión por cable, en los cuales nos torturan a los telespectadores contándonos todos los crímenes, estupros, estafas, peleas conyugales que ocurren en España, en los que relatan con lujo de detalles y fotografías, esos hechos de sangre.

Por favor, comprendan que a nadie le interesa eso, porque tenemos más que suficiente con nuestros propios delincuentes, que no son pocos. Programas serios, educativos y de distracción, es lo que queremos.

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No sé por qué se les ocurre hacer conocer internacionalmente los crímenes que si bien son comunes en el mundo, deben ser más bien motivo de vergüenza.

Alicia Jijón de Sánchez
Guayaquil

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En nuestro país el machismo causa innumerables problemas en las familias, y en todo el orden público y social.

Es incoherente que cierto canal transmita una telenovela en la que presenta durante largos meses “la brutal pasión de siete hermanos”. Brutales pasiones así, están causando serios problemas de pederastia en el país.

Lo ético sería que la televisión eleve el nivel de los ecuatorianos y no lo denigre. Resulta además bochornoso y ridículo escuchar a señoras periodistas o presentadoras de televisión, que son la imagen de un canal, comentar sobre el “macho” que más les gusta. En este mismo tono, no me sorprendería próximamente escuchar a los señores periodistas comentar sobre la “hembra” que más les gusta.

Los medios de comunicación deberían realizar un gran esfuerzo por culturizar al Ecuador.

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Dominique Letort
Guayaquil