Tal esfuerzo sin duda es encomiable, pero creemos necesario preguntar: ¿Sirvió de algo? ¿Somos hoy más productivos y competitivos que hace un año, o que hace una década?

Organismos internacionales independientes responden categóricamente que no. Aseguran que el Ecuador sigue siendo uno de los países menos productivos por nuestro retraso tecnológico e inestabilidad.

Quizás haya llegado el momento, entonces, de reevaluar las estrategias que venimos utilizando. La productividad es un problema que se lo resolverá en el terreno de las realizaciones prácticas. El sabor del pudín se lo averigua probándolo, dicen los ingleses. Ese es el camino que siguieron algunos gobiernos locales exitosos: en lugar de seguir analizando, prefirieron mostrar cómo había que hacerlo.

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¿Existen los funcionarios y dirigentes políticos dispuestos a hacernos avanzar en esa dirección en un área tan ambiciosa y decisiva como el de ser más competitivos, elevar la productividad, superar el desorden, fortalecernos tecnológicamente y ser menos inestables?

Por favor, que no nos respondan en un nuevo seminario-taller sino anunciando que se pone en marcha tal o cual proyecto serio y viable.