La falta de agua potable en el cantón originó que la población se autoconvoque ayer en una asamblea, para solicitar a las autoridades la solución definitiva al problema.

Tras la reunión, sostenida afuera de la jefatura política, el gerente de Hidroplayas, Bernardo Solórzano, prometió aumentar el caudal de agua a 500 m³ diarios, hasta completar los 5 mil que consume la población, de 40.000 habitantes en la zona urbana.

El funcionario actuó tras las amenazas de la dirigencia barrial, que insistía en tomarse la planta potabilizadora de agua.