La Policía española destinará 300 agentes más al  control de fronteras y a la expulsión de inmigrantes clandestinos, anunció la  Policía.

Se va a crear una nueva Unidad Central de Expulsiones y Repatriaciones con  103 efectivos, mientras que a 130 nuevos policías se los distribuirá en los  centros de internamiento de sin papeles y a otros 90 se los destinará al  aeropuerto de Madrid, precisó  un portavoz de la Policía.

La unidad central de Expulsiones y Repatriaciones estará encargada de  coordinar los centros de internamiento para extranjeros, controlar a los  inmigrantes clandestinos que cumplan penas de prisión, repatriar a los menores  extranjeros y ejecutar las decisiones judiciales de expulsión.

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La Dirección General de la Policía prevé destinar 90 nuevos  policías al aeropuerto madrileño de Barajas.