Delirio total en los graderíos del estadio Alejandro Serrano Aguilar, de Cuenca.
Los fanáticos azuayos como una gigante “mancha roja”, saltaron y se abrazaron por la cuarta victoria en seguidilla en la liguilla final, 1-0 ante Barcelona, el pasado domingo.

El equipo dirigido por el técnico argentino Julio Assad, quien ya saboreó en el 2000 con el Olmedo de Riobamba un título nacional, se mantiene como líder absoluto del hexagonal con 12,5 puntos y una campaña regular.

Los triunfos obtenidos hacen soñar a los hinchas morlacos no solo con una clasificación a la Copa Libertadores del próximo año, sino en la consecución de un campeonato por primera vez en su historia como club profesional en el país.