El reflejo de un equipo que atraviesa desde hace días una crisis de cuerpo técnico, polémicas entre jugadores y directivos fue lo que evidenció ayer Barcelona en su derrota 1-0 ante Deportivo Cuenca, en el estadio Alejandro Serrano.
Sin audacia, carente de espíritu y reacción, el conjunto amarillo resignó otra oportunidad de sumar en la liguilla final y acercarse a los primeros lugares.
La presión estuvo desde el inicio del encuentro en la banca de suplentes de los toreros, donde el técnico interino, Ricardo Armendáriz, y el preparador de arqueros, Walter Guerrero, intentaron orientar a los futbolistas canarios para sostener el mediocampo y defensa, esta última el sector más débil del equipo.
Publicidad
Pero lo que se presagiaba en los primeros minutos como un juego intenso se esfumó por el enredado tránsito del balón, debido al pésimo estado de la cancha. Esporádicas fueron las llegadas de los cuencanos a la portería de Edwin Villafuerte, mientras los toreros solo con un disparo de Fricson George pusieron en apuros al arquero Klimowicz.
Cuando los amarillos especulaban con su juego, lento y sin sorpresa, llegó una jugada dudosa en su área, y el árbitro Pedro Ramos decretó falta penalti. Ejecutó Raúl Noriega pero Villafuerte atajó el tiro con la pierna izquierda, al minuto 35. Eso fue todo lo que hizo el equipo morlaco.
La obvia reacción ofensiva del equipo local hizo que Barcelona retrocediera sus líneas con algo de orden. Solo Rodrigo Teixeira se dio modos para luchar adelante contra la marca de Segundo Matamba y Noriega, ya que Ariel Graziani pasó inadvertido y además fue expulsado.
Publicidad
La euforia de los casi 800 fanáticos de Barcelona, que viajaron hasta Cuenca, la apagó Carlos Quiñónez, quien anotó de penalti al minuto 62, el único gol del partido luego que Geovanny Caicedo agarrara en el área a Camilo Hurtado, en otro error defensivo.
Recién con el tanto local el plantel torero se acercó al arco de Klimowicz, pero sin claridad y precisión. Teixeira estrelló el esférico en el vertical con un cabezazo, después de un centro de Rodrigo Riep.
Publicidad
No hubo argumentos futbolísticos en Barcelona, la desesperación llegó a la banca. El arquero José Cevallos gesticuló queriendo ayudar a sus compañeros, pero en la cancha los jugadores se miraban al rostro exigiendo respuestas a su mal momento.
Morlacos
El nuevo técnico de Barcelona, Jorge Habberger, observó el partido ayer junto al gerente deportivo, Carlos Alfaro Moreno, y el presidente del club, Leonardo Bohrer, en un palco del estadio Alejandro Serrano. Habberger estuvo en el camerino de Barcelona minutos antes de empezar el encuentro. En el descanso, el DT volvió al camerino para conversar con los jugadores.
Después del penalti fallado por Raúl Noriega, los hinchas azuayos respaldaron al defensa con aplausos y cánticos. El capitán del D. Cuenca fue ovacionado al final del partido junto al resto de sus compañeros.
Publicidad
1 D. Cuenca: Klimowicz; Pérez, Noriega, Matamba, Mendoza; Velazco, Hurtado, Antuña (Hidalgo, 67m), Valencia (Pachito, 77m); Calderón (Arévalo, 81m), Quiñónez.
0 Barcelona: Villafuerte; Fleitas (Caicedo, 57m), Bermúdez, Carabalí, George; Tenorio, Soledispa (Vera, 79m), Ayoví, Riep; Teixeira, Graziani.
Árbitro: Pedro Ramos amonestó a Quiñónez (20m), Matamba (25m), Klimowicz (69m), del Deportivo Cuenca. Villafuerte (43m), Bermúdez (71m), Riep (74m). Expulsó a Pérez (75m) y Graziani (76m).
Gol: 1-0: Quiñónez, 62m.
Incidencias: Se jugó en el estadio Alejandro Serrano Aguilar con unas 20 mil personas.