Un estudio realizado por el gobierno de Estados Unidos sugiere que las aerolíneas están pagando un alto precio para acomodar a pasajeros cuya cintura cada vez mide más.

Durante la década de los 90, el ciudadano promedio en EE.UU. aumentó 4,5 kilos.

Según los investigadores, la obesidad está costando a las aerolíneas norteamericanas unos 275 millones de dólares al año, pues les obliga a usar más gasolina para que los aviones puedan despegar.

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Los expertos advierten que EE.UU. está al borde de una epidemia de obesidad.